Page 28 - 19 Marie Curie
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ferromagnéticas, que perdían sus propiedades y se trcµ1sformaban
                    en paramagnéticas por encima de una temperatura dada ( denomi-
                    nada «temperatura de Curie» en honor a Pierre).
                        Los resultados de -este trabajo constituyeron su tesis doc-
                    toral, que Pierre presentó el 6 de marzo de 1895.  Fue una tesis
                    memorable que  revolucionó  el conocimiento que  se tenía del
                    magnetismo en aquellos momentos. Entre los asistentes a la di-
                    sertación estaba el orgulloso doctor Eugene Curie; como padre,
                    podía tener la satisfacción de comprobar lo acertado de su deci-
                    sión de no llevar a la escuela a su hijo aparentemente «torpe», y
                    en lugar de ello educarlo en su casa para no alterar su particular
                    ritmo de aprendizaje.  Otra de  las personas presentes en la di-
                    sertación era la estudiante polaca que había solicitado la ayuda
                    de Pierre cuando investigaba las propiedades magnéticas de los
                    aceros. La joven debía haberlo impresionado mucho, pues poco
                    después de conocerla Pierre le había regalado un inusual billet
                    doux:  un ejemplar dedicado del artículo en el que había formu-
                    lado el Principio universal de simetría.
                        El carácter práctico de ella y la posibilidad que debió de en-
                    trever Pierre de formar una familia, probablemente fueron deter-
                    minantes para que el científico se decidiera por fin a obtener el
                    grado de doctor. Independientemente de los motivos que le impul-
                    saran a presentar su tesis, fue una decisión muy rentable, pues al
                    poco de defenderla Pierre obtuvo una cátedra en la Escuela de
                    Física y Química Industriales. Por otra parte, Pierre atrajo la aten-
                    ción de la Academia de Ciencias francesa, que poco después les
                    concedió a él y a su hem1ano el premio Planté por el descubri-
                    miento de la piezoelectricidad, realizado cuando Pierre tenía poco
                    más de veinte años. Estos reconocimientos no eran una mera ca-
                    sualidad; de hecho, cuando se doctoró, Pierre ya era un investi-
                    gador que  había obtenido resultados  de primera magnitud en
                    varios campos - tales como la simetría de los compuestos crista-
                    linos, la piezoelectricidad y el magnetismo- y sus trabajos habían
                    atraído la atención de prestigiosos científicos extranjeros, como
                    lord Kelvin. El hecho de que no hubiera presentado una tesis hasta
                    entonces no se debía a su falta de  celo investigador, sino a su
                    despreocupación por los honores y las formas académicas.





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