Page 31 - 19 Marie Curie
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tan distantes, París y Varsovia, capitales de sociedades tan dife-
       rentes, la deslumbrante Francia de finales del siglo xrx y la Polonia
       desmembrada, pudieran llegar a entenderse. Pero a pesar de la
       distancia que separaba sus lugares de origen, había muchas cosas
       que los unían. Ambos provenían de entornos familiares parecidos,
       cuyos miembros estaban muy unidos y sentían gran devoción por
       el conocimiento científico. En las dos familias había mucha más
       formación académica que dinero, y los padres de ambos eran en
       cierto modo científicos frustrados.
           Pero había una diferencia fundamental en su formación aca-
       démica:  mientras Marie fue una alumna modelo que  obtuvo las
       máximas calificaciones en todos sus estudios, Pierre,  debido a
       una especie de dislexia que le hacía difícil escribir, se educó al
       margen de la enseñanza reglada.  El choque entre la férrea disci-
      plina de Marie y la creatividad desbordante y caótica de Pierre
       debió de ocasionar numerosos conflictos, pero, a la postre, an1bos
       caracteres se complementaron extraordinariamente, tanto en lo
      personal como en lo profesional. Su amor por la ciencia era tan
       incondicional como su desprecio por el dinero y la fama. Vivir
       de un modo espartano, sin concesiones a modas o caprichos, era
      considerado natural por ambos.  Por último,  aunque de distinta
      forma, los dos habían sido profundamente heridos: Pierre por la
      muerte de una compañera de adolescencia, Marie por el desprecio
       de los Zorawski.
          La boda se celebró el 26 de julio de 1895 en el ayuntamiento
       de Sceaux, el pueblo a las afueras de París donde vivía Pierre con
      sus padres. La concesión más frívola que hizo Marie para festejar
      el evento fue comprarse un traje nuevo, pero tuvo buen cuidado de
      que fuera azul marino para poder usarlo después en el laboratorio.
      Por expreso deseo de ambos contrayentes la ceremonia fue laica.
      Pierre no había sido bautizado y tan1poco había recibido ninguna
      educación religiosa debido a las convicciones ateas de su padre. La
      madre de Maiie, en cambio, era una ferviente católica que educó
      a sus hijos en esa religión, pero su temprana muerte, que había
      causado a Marie tanto dolor, borró en la joven todo rastro de fe.
          Los recién casados realizaron su luna de miel por los campos
      de Bretaña en las bicicletas que se compraron con el dinero que






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