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si el lector empieza ahora a adentrarse en los misterios de la fí-
sica, es recomendable detenerse y admirar en toda su maravilla la
conexión que encontró Planck entre la termodinámica, la electro-
dinámica y la hipótesis atómica.
De entre sus otros trabajos en termodinámica destacan sus
reflexiones sobre el significado del llamado teorema de Nernst,
que lo llevaron a la introducción del tercer principio. A principios
de siglo, Walther Nemst había llevado una serie de medidas sobre
LA CARGA DEL ELECTRÓN
El valor de la carga del electrón calculado
por Planck a partir de las d iversas relacio-
nes entre las constantes de la radiación de
cuerpo negro, la constante de los gases y
las leyes de la electrolisis era muy cercano
al hoy en día admitido. Los vericuetos del
desarrollo de la ciencia dan a este descu-
brimiento de Planck, en cierto modo cola-
tera l, una importancia mayor de la que
pudiera parecer en un principio. Ernest Ru-
therford leyó atentamente el artícu lo en
que Planck daba su estimación de la carga
del electrón a partir del ajuste experimen-
tal de su ley del cuerpo negro. Este valor
concordaba muy bien con las medidas di-
rectas de la carga del electrón que había
realizado el propio Rutherford, y que esta-
Ernest Rutherford.
ban un t anto alejadas del primer valor
dado por J.J. Thomson. Años más tarde,
Niels Bohr se encontraba trabajando en Manchester bajo la dirección de
Rutherford y fue este la primera persona que leyó el artículo, aún sin enviar a
prensa, en que Bohr exponía sus ideas sobre la estructura del átomo. Ruther-
ford animó a Bohr a publicar el artículo y a continuar con su trabajo, aunque
no estaba exento de contradicciones y rompía con toda la física clásica. Este
apoyo de Rutherford se debía, como él mismo reconoció, a que la estimación
de la carga del electrón le había convencido desde el principio de la impor-
tancia del trabajo de Planck. Rutherford intuía que, de una u otra forma, la
constante h era la llave que abriría la caja que guardaba las leyes del mundo
atómico y subatómico.
140 CONSTANTES UNIVERSALES CONTRA LA INCERTIDUMBRE