Page 31 - 04 Max Planck
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han resultado de la explosión empujan el pistón que, a su vez,
mueve el cigüeñal y que termina a través de toda la cadena de
engranajes comunicando tracción a las ruedas. Parte de la energía
generada en la explosión de la gasolina se utiliza así para mover
el coche, pero una parte de la energía producida se va, inevita-
blemente, en calentar el motor y la atmósfera circundante. El se-
gundo principio nos dice que esta «pérdida» de energía es
inevitable, consustancial a las leyes de la naturaleza. (Hemos en-
trecomillado la palabra «pérdida» porque la energía, de acuerdo
con el primer principio, no se ha perdido estrictamente hablando.
Se ha transformado en calor.)
Uniendo la expresión matemática del primer y el segundo
principio de la termodinámica tenemos la ecuación:
Tf:..S= tii.U+ W,
que relaciona temperatura, entropía, energía y trabajo y que
Planck iba a utilizar en sus investigaciones sobre la radiación de
cuerpo negro.
¿pQR QUÉ RADIA UN CUERPO NEGRO?
Sentado frente a una chimenea uno se queda hipnotizado por el
juego continuo de las llamas. Parecen siempre las mismas, pero
no, son siempre distintas. Este poder hipnótico del fuego es simi-
lar al que ejercen sobre nosotros las aguas turbulentas de un
arroyo. Los remolinos que se forman detrás de una piedra o una
rama están siempre en el mismo sitio y son siempre distintos. Las
llamas y las aguas comparten una parte de su física: la turbulencia.
La llama calienta tanto el aire de su entorno que este asciende
viol~ntamente, provocando una corriente turbulenta: remolinos
similares a los del agua, pero que no vemos, tan solo adivinamos
por el movimiento que inducen en el hollín.
Pero además la llama nos calienta. Lo hace de varias maneras
(por conducción, por convección .. . ), pero el que nos interesa
PLANCK Y LA FÍSICA DEL SIGLO XIX 31