Page 32 - 04 Max Planck
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ahora es el calor que recibimos al acercarnos al fuego, es decir, el
que se propaga por radiación.
En una chimenea pueden constatarse varias de las propieda-
des de la transmisión del calor por radiación. En primer lugar, la
radiación se produce en línea recta: se nos calienta la parte del
cuerpo que se enfrenta al fuego, permaneciendo fría la de atrás.
Además, si nos hacemos a un lado, el calor no nos llega. A otra
característica de la radiación térmica estamos tan acostumbrados
que parece obvia: es más intensa cuanto más caliente esté el
cuerpo que la produce. En efecto, a medida que más y más leña
entra en combustión, el fuego va alcanzando más temperatura y
el calor que nos llega directan1ente por radiación es mayor.
La última propiedad de la radiación térmica que podemos
observar en una chimenea es el tema central de la obra de
Planck. Tiene que ver con el color del cuerpo caliente. A medida
que los troncos se van calentando y la llama se va haciendo más
viva podemos observar un cambio en su color. Las zonas menos
calientes no emiten luz visible aunque sí nos calientan: la radia-
ción la emiten en la zona infrarroja del espectro, invisible para
nosotros. Las que están en ascuas tienen un rojo característico
y están más calientes. Las zonas amarillas están entre 1400 y
1600 ºC. Cuanto más caliente es el fuego, más evoluciona el color
de la luz emitida del rojo hacia el azul. Es un hecho experimen-
tal, como vemos en el caso del fuego de una chimenea, que
cuanto más caliente está un cuerpo, la luz que emite es más in-
tensa y de una longitud de onda más pequeña.
Eso es así porque la luz es un fenómeno ondulatorio, y el color
de la luz que percibimos tiene que ver con su longitud de onda, que
es la distancia entre dos máximos o dos mínimos de la onda que se
propaga. La longitud de onda del color rojo se sitúa en tomo a 700
nanómetros (milmillonésimas de metro), la del amarillo a 580 nm
y la del azul se sitúa por debajo de 500 nm. A medida que avanza-
mos en los colores del arcoíris la longitud de onda disminuye.
El gran astrónomo anglo-alemán William Herschel (1738-
1822) hizo en 1800 un descubrimiento sorprendente. Herschel hizo
pasar la luz del Sol por un prisma. La luz se descompuso en varios
colores, como ya se sabía desde Newton. Herschel tenía en la
32 PLANCK Y LA FÍSICA DEL SIGLO XIX