Page 137 - 10 Galileo
P. 137
LAS VICISITUDES DE LA PUBLICACIÓN
1
Galileo daba tanta importancia al argumento sobre las mareas que pensó
poner por título a su obra precisamente Diálogo sobre las mareas. Los cen-
sores lo forzaron a cambiar el título porque exigían que se reflejara el pre-
tendido tratamiento imparcial tanto del geocentrismo como del heliocen-
trismo. En una carta, Galileo expuso estos problemas que se encontró para
imprimir la obra:
Es cierto que no he conseguido que en el titulo del libro se me permitiera mencio-
nar el flujo y reflujo del mar, aunque este sea el argumento principal que trato en
la obra. Pero se me ha concedido que proponga los dos máximos sistemas, ptole-
maico y copernicano, diciendo que examino ambos, aportando a una y otra parte
todo lo que puede decirse, dejando después el juicio en suspenso. Creo que si el
r.,
libro se hubiera titulado «del flujo y reflujo» habría sido más ventajoso para el im-
presor. Pero después de algún tiempo se correrá la voz por medio de los primeros
que lo habrán leido.
Para que fuera publicado, el tribunal de la Inquisición requirió hacer numero-
sos cambios. El papa, además, exigió que se introdujera un argumento nuevo
al final de la obra. Galileo finalmente puso el argumento en boca de Simplicio,
lo que ocasionó la furia papal:
Si se os interrogara a ambos respecto a si Dios con su infinito poder y sabiduría
podría conferir al elemento agua el movimiento reciproco que percibimos en él [ se
refiere a las mareas], de un modo distinto a hacer mover el recipiente que la con-
tiene, sé, insisto, que responderías que habría podido y sabido hacerlo de muchas
maneras, incluso inconcebibles por nuestro intelecto. Por lo que yo concluyo inme-
diatamente que siendo así, seria soberbia osadía si uno quisiera limitar y coartar la
potencia y sabiduría divina a una determinada.
batían sobre las dos concepciones rivales del mundo. Salviati
representaba la opinión de Galileo, la posición científica y mate-
mática, basada en experimentos y hechos. Su interlocutor era
Simplicio, personaje seguidor de Aristóteles y que se inspiraba en
Colombe. Sagredo, por último, representaba la persona imparcial,
que escogía los mejores argumentos empleados por ambos inter-
locutores. El lugar donde tenía lugar esta conversación imaginaria
era el palacio de Sagredo en Venecia, donde tantas conversacio-
GALILEO Y LA INQUISICIÓN 137