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Con todo esto, el mérito de Hubble y Humason para asegu-
       rar la certeza de la ley de Hubble,  con un número de nébulas
       extraordinario, con una cantidad de horas de observación igual-
       mente extraordinaria, utilizando métodos de determinación de
       distancias muy precisos (las cefeidas, pero no solo ellas) es inne-
       gable. Sus palabras tenían un inmenso valor: el valor del telesco-
       pio de 100 pulgadas, el mayor del mundo. ¿De Sitter, Lemaitre,
       Witz, Humason, Shapley, Lundmark. .. ? Varios científicos traba-
       jaron por el establecimiento de la ley de Hubble.




       ¿es CIERTA LA LEY DE HUBBLE?


       No, no lo es. Pero precisemos esta negación.
           En primer lugar, tenemos que comentar qué significa la pala-
       bra «velocidad». Ya hemos visto que lo que realmente se obtiene a






             ¿cóMO SE  DEBERÍA LLAMAR LA LEY DE HUBBLE?
             Para ser justos, a la ley de Hubble habría que llamarla «ley de Slipher-De Sitter-
             Lemaitre-Wirtz-Lundmark-Shapley-Humason-Hubble». Y aún podrían añadirse
             más nombres a esta extensa lista. Pero esto sería muy engorroso y podemos
             simplificar asignándosela a uno solo de sus autores. Es un poco injusto, pero
             la  fama tiene sus propios mecanismos y  no puede abarcar a tanta gente. Era
             el momento en que tal ley se podía y se debía encontrar. Pero Hubble es uno
             de los más distinguidos de esta lista y  el  que la  ley lleve su  nombre a nadie
             repugna y  nadie propone otra asignación. Hubble puso el  sello definitivo y
             firme a una ley que ya estaba «en el aire».  La precisó y la extendió a distancias
             nunca imaginadas. Este problema es frecuente en la investigación actual. Son
             muchos los científicos que contribuyen a un descubrimiento, aún sin cooperar
             entre ellos. Las reuniones científicas y los artículos en revistas especializadas
             constituyen un foro continuo en el que se  detectan y se  enmiendan errores.
             Las  ideas llaman a las  ideas. Hoy, cási  todos los descubrimientos son colec-
             tivos. Más que un paso de gigante, se dan muchos pasitos - y no siempre en
             la  dirección correcta- de una comunidad científica formada  por hombres
             dotados de un buen calzado.







                                                      LA LEY DE  HUBBLE     111
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