Page 146 - 28 Hubble
P. 146

ejemplo, llegó a popularizar frases como «Trouble,  trouble,  toil
                    and Hubble» ( «Problemas, problemas, trabajo y Hubble» ), «Pere-
                    grinaje a la eternidad» ...  etc. Pero fue el año que murió Hubble,
                    y la Academia Sueca siempre tuvo como norma no conceder el
                    premio a título póstumo.
                        Cuando el presidente del prestigioso  Carnegie Institute of
                    Technology en Pittsburg enfermó seriamente, le ofrecieron a Hub-
                    ble que fuera su sustituto. Corría el año 1934, cuando con cuarenta
                    y cinco años Hubble estaba en un período muy creativo, a pesar
                    de sus múltiples viajes y una intensa vida social, así que contestó
                    disculpándose y agradeciendo la distinción. Le  ofrecieron tam-
                    bién cátedras con sueldos sustantivamente más elevados que los
                    6 000 dólares anuales que  recibía en Mount Wilson,  pero él no
                    tenía problemas económicos y sabía que su fuerte como investi-
                    gador se basaba en dos compañeros: uno era Milton Humason; el
                    otro, el telescopio de 200 pulgadas de Monte Palomar.
                        Uno de los honores que más apreció el anglófilo Hubble fue
                    recibir el grado honorario de doctor en ciencias por la Universidad
                    de Oxford en 1934. Para adquirir el título de doctor honoris causa
                    se sometió con gusto a los antiquísimos protocolos y la peculiar
                    vestimenta universitaria y en la conferencia prescriptiva disertó
                    sobre «Red Shifts in the Spectra of Nebulae» («Desplazamientos
                    al rojo en los espectros de las nébulas» ).  Hubble era excelente
                    como conferenciante y fue  ganando en teatralidad a lo largo de
                    los años.  Para recibir el ansiado título, los Hubble se desplaza-
                    ron de nuevo a Europa y, como en otras ocasiones, aprovecharon
                    para hacer turismo, esta vez por Francia, Alemania y Bélgica. Y,
                    nuevamente, el celoso Adams anotaba rabioso en su libreta lo que
                    él pensaba de los muchos días que empleaba el presumido astró-
                    nomo de Mount Wilson en divertirse, sin trabajar y cobrando un
                    espléndido sueldo.
                        En 1935, Hubble fue invitado para impartir ocho memorables
                    conferencias organizadas por la Silliman Memorial F'und. El pres-
                    tigio de estas conferencias venía avalado por los grandes cien-
                    tíficos que le precedieron, entre ellos, el británico J.J.  Thomson
                    (1856-1940),  el neozelandés Emest Rutherford (1871-1937)  y el
                    danés Niels Bohr (1885-1962).






        146         LA  HOMOGENEIDAD DEL UNIVERSO
   141   142   143   144   145   146   147   148   149   150   151