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1935), quien, a modo de juguete envió un prototipo a un modesto
       observatorio en Hamburgo.  Simplemente, una lente correctora
       evitaba la aberración esférica. En honor a su modesto creador,
       este tipo de telescopios se denomina «Schmidt».
           Naturalmente, siempre hay alguien que se opone a las grandes
       ideas. En este caso, fue el mismo Shapley quien intrigó para que el
       proyecto de Monte Palomar no se llevara a cabo. Los motivos per-
       sonales se disfrazaron, una vez más, de argumentos generales, y en
       este caso, de argumentos silenciosos y destructivos como torpedos.
           La inauguración oficial del 200 pulgadas tuvo lugar en junio
       de  1948,  a  la cual asistieron unos ochocientos invitados,  entre
       ellos varios premios Nobel y diversos personajes de la política,
       la cultura y la difusión. Se descubrió un busto de George Hale y
       se bautizó el nuevo «ojo dél cielo» con el nombre de «telescopio
       Hale». Sin embargo, el telescopio no entró en funcionamiento por
       diversos problemas técnicos que alegraron el rostro de Shapley.
       Aunque Hubble ya utilizó el Hale en período de pruebas, siendo
       la nebulosa NGC 2261 la agraciada en ser fotografiada, se puede
       decir que la observación regular comenzó en abril de 1949.





       RECALIBRACIÓN DE LA LEY DE  HUBBLE

       Durante la Segunda Guerra Mundial, el trabajo en Mount Wilson
       se interrumpió. Por una parte había amenazas de que los aviones
       japoneses atacaran la Costa Oeste y, aunque Mount Wilson no te-
       nía por qué ser un objetivo de las bombas, no era descartable que
       algún aviador despistado supusiera que aquellas cúpulas no esta-
       ban destinadas a la ciencia pura. Millikan no quiso que Hubble se
       fuera a la Costa Este porque pensaba que era la Costa Oeste la que
       necesitaba mayor protección militar por las posibles incursiones
       japonesas.
           Por otra parte, cuando empezó a disiparse la inminencia de
       un ataque japonés, muchos de los astrónomos y técnicos se ha-
       bían alistado o incorporado a misiones militares. Hubo un astró-
       nomo que se quedó en Mount Wilson,  paradójicamente porque





                                            LA HOMOGENEIDAD DEL UNIVERSO    151
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