Page 103 - 03 Heisenberg
P. 103
nes de física Es cierto que hay algunas interpretaciones alternati-
vas, pero hasta ahora no han podido ofrecer una versión coherente,
sencilla y compatible con las observaciones experimentales. Tal
vez tenga razón el británico-estadounidense A. J. Legget cuando
sugiere el nombre de no interpretación de Copenhague, pues lo
que viene a decir, básicamente, es que cualquier intento de inter-
pretar la mecánica cuántica en términos.intuitivos está condenada
al fracaso. Los términos intuitivos están basados en la física clá-
sica, que incluye conceptos como la continuidad de los fenómenos
en el espacio y en el tiempo, la distinción entre onda y partícula, la
causalidad y el determinismo, o la idea de que los objetos poseen
propiedades independientes de la forma de medirlos. La física
cuántica cambia esas ideas: hay magnitudes que varían de manera
discontinua; un objeto cuántico parece ser onda y partícula a la
vez; en vez de determinismo aparecen las probabilidades cuán-
ticas; ciertos pares de magnitudes no pueden determinarse con
precisión arbitraria; las medidas experimentales no pueden inter-
pretarse como información sobre las propiedades independientes
de los objetos; etcétera.
La interpretación de Copenhague se basa fundamentalmente
en tres puntos: el principio de complementariedad, la interpreta-
ción probabilística de la función de ondas y las desigualdades de
Heisenberg. Ya hemos hecho alguna referencia sobre los dos últi-
mos, así que ahora nos ocuparemos del primero. Bohr venía a
decir que la teoría clásica se verifica al contrastarla con observa-
ciones y medidas que se efectúan mediante instrumentos como
balanzas, termómetros, voltímetros, etc. Esta teoría encontró un
límite de validez cuando se exploró la materia a escala atómica, y
para describir los fenómenos a esa escala se hizo necesaria la me-
cánica cuántica. Bohr subrayó que si bien la mecánica cuántica ha
cambiado la física clásica, su validez sigue siendo contrastada con
los mismos instrumentos. Es decir, aunque los fenómenos cuánti-
cos sean nuevos, las lecturas de los detectores se continúan ha-
ciendo en términos clásicos. Es importante resaltar esto: los
instrumentos de medida deben seguir siendo descritos mediante
las leyes de la física clásica porque, según Bohr, solamente esta
proporciona «un lenguaje desprovisto de ambigüedad». Tan solo
LA INCERTIDUMBRE CUÁNTICA 103