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Cuando Gauss era joven recibió  como regalo un libro que
                     contenía una lista de varios millares de números primos, posible-
                     mente determinados con algún tipo de criba numélica del tipo de
                     las usadas por Eratóstenes. Gauss observó que los números apa-
                     recían de forma desordenada. Parecía casi imposible determinar
                     cuál era su patrón de comportamiento o determinar la fórmula
                     que pemritiese encontrarlos en el cortjunto infinito de los números
                     naturales. Para un científico que había determinado la órbita de
                     cuerpos celestes a partir de unas cuantas observaciones, parecía
                     un reto hecho a su medida. La idea de que los matemáticos no
                     podían encontrar reglas en la distribución de los números primos
                     aguijoneaba la mente de Gauss. Su reto era encontrar orden y re-
                     gularidad donde solo parecía haber caos.


          «Cualquier bobo puede plantear preguntas sobre los números
         primos a las que la persona más inteligente no puede responder.»
         -  GODFREY IIAROLD IIARDY (1877-1947) EN  REFERENCIA A  LOS  NÚMEROS  PRIMOS.


                         Durante generaciones se había intentado comprender los nú-
                     meros primos y se habían realizado especulaciones interesantes.
                     Por ejemplo, existe una conjetura que dice que es posible encon-
                     trar infinitos números primos gemelos (separados por dos unida-
                     des), es decir, si p es primo tan1bién lo es p + 2. Se han encontrado
                     parejas de primos gemelos en valores muy avanzados, corno la for-
                     mada por 1000037 y 1000 039. Euclides demostró hace más de dos
                     mil años que hay infinitos números primos, pero nadie sabe si exis-
                     te un número más allá del cual no hay más de esas parejas de pri-
                     mos vecinos. Y es que en matemáticas una cosa son las cortjeturas
                     y otra bien distinta los teoremas, separados de las primeras por el
                     abismo de la demostración. Es por ello por lo que la demostración
                     matemática es la base fundamental del avance de dicha ciencia.
                         Una de las primeras cuestiones que intentaron los matemáti-
                     cos fue encontrar fórmulas que proporcionaran una lista ilimitada
                     de números primos. Era un objetivo más modesto que el de encon-
                     trar una fórmula general que generara todos los números p1imos,






         100         PONIENDO ORDEN ENTRE LOS NÚMEROS PRIMOS
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