Page 111 - 02 Newton
P. 111
Principia o de la Óptica, lo fue también de abstrusas cronologías
bíblicas, de delirantes disquisiciones sobre la naturaleza más o
menos divina de las tres personas de la Trinidad cristiana, temas
todos de dudosa categoría científica -incluso para su época-,
pero a los que Newton dedicó muchas más páginas que a la ciencia.
Los manuscritos también cuestionan la visión de un Newton
genial que creó sin apenas esfuerzo un colosal corpus científico.
Por el contrario, su esfuerzo fue continuo y agotador; ese trabajar
sin parar -que tan acertadamente recogió W estfall en el título de
su biografía del científico: Never at rest (Nunca ocioso)- apa-
rece claramente reflejado en los manuscritos de Newton. «Sus
manuscritos muestran -según apunta Westfall- que cometió
errores, y aprendió de ellos, que tomó caminos falsos y que falló
en comprender inmediatamente las implicaciones de sus propias
ideas. Esto es, los manuscritos revelan un proceso humano que
es comprensible en una forma que los destellos de genialidad no
lo son.» Analicemos este Newton menos conocido.
LA BIBLIOTECA DE NEWTON
Una buena idea de los intereses de Newton la da la composición de su biblio-
teca, que se conoce con bastante detalle tras el estudio que publicó en 1978
el bibliotecario John Harrison. Entre los volúmenes de su biblioteca merecen
destacarse los libros científicos, que incluyen: alquimia (138) y química (31),
es decir, entre ambos, aproximadamente el 9% del total de la biblioteca; ma-
temáticas (126, o sea, el 7 %); medicina y anatomía (57, el 3,5 %); física (52, el
3 %); astronomía (33, el 2 %). Libros no científicos: literatura clásica, griega y
latina (149, el 8%); historia (143); obras de referencia (90, el 5%) y, finalmente,
teología. Entre estos últimos se cuentan: obras generales (205); biblias, tes-
tamentos y estudios bíblicos (99); Padres de la Iglesia (61); historia de la
Iglesia (28); controversias religiosas (28); ritos y costumbres judías (24); otros
(32); esto es, un total de 477, el 27% de su biblioteca. Así pues, únicamente el
25% de los casi 1 800 libros existentes en su biblioteca en el momento de la
muerte de Newton se pueden clasificar como de contenido científico; hay que
tener en cuenta, también, que en aquella época en Cambridge era mucho más
difícil encontrar obras científicas que de otros temas.
MA TEMA TICO Y APRENDIZ DE BRUJO 111