Page 148 - 02 Newton
P. 148

catálogo de estrellas. Más aún, Newton pretendía que la elabora-
                     ción del catálogo se hiciese en función de los datos que a él más
                     le interesaban.
                        Sir Isaac no dudó en usar en beneficio propio todo el peso de
                     la Royal Society, como lo haria también en la disputa con Leibniz.
                     Había accedido a la presidencia de la sociedad en 1703, camino
                     que se vio allanado por la muerte de Robert Hooke ese mismo
                     año. La elección de Newton fue una buena noticia para la socie-
                     dad, presidida hasta entonces por personajes de más peso político
                     que científico: el absentismo de las reuniones de esos presidentes
                     «florero» se hizo legendario, y alguno hubo que no asistió a nin-
                    guna reunión en cinco años de mandato. Newton, en cambio, es-
                    tuvo presente en una media de tres de cada cuatro reuniones. Se
                    propuso, además, mejorar el funcionamiento nombrando respon-
                    sables de experimento para cada una de las divisiones científicas
                    que introdujo. A la vez,  Newton procuró aumentar su dominio
                    sobre la sociedad nombrando, a la menor ocasión, gente de su
                    confianza para los puestos ejecutivos conforme estos iban que-
                    dando libres. En apenas cinco años, se hizo con el control abso-
                    luto de la Royal Society.

          «¿ Toleraría usted que sus enemigos se erigieran en jueces
          de algo que ni siquiera comprenden?»
          -  FLAMSTEED  ANTE  LA  PUBLICACIÓN  DE  SUS  OBSERVACIONES
          ASTRONÓMICAS  SIN SU  CONSENTIMIENTO.

                        Newton no dudó en usar su posición de fuerza como presi-
                    dente de la Royal Society y la influencia política que le daba ser
                    el intendente de la Casa de la Moneda inglesa para asediar a
                    Flamsteed. De hecho, logró que la reina colocara el observato-
                    rio bajo control de la Royal Society, que era tanto como decir
                    bajo su control. Flamsteed, sin embargo, fue un hueso duro de
                    roer, y mostró, en una tormentosa reunión a la que Newton le
                    convocó en los locales de la sociedad, que todos los instrumen-
                    tos del observatorio eran de su propiedad privada y no los pen-
                    saba dejar usar a  los  «esbirros»  que el presidente enviara al
                    observatorio.





         148        AL FRENTE DE LA CIENCIA INGLESA
   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153