Page 101 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez
—Vivo con ellos y han sido quienes me han acogido desde
niña; tengo que respetarlos.
—¿Lo ves?, tú nunca serías capaz de hacer algo sin su con-
sentimiento, por eso no podríamos estar nunca juntos, ellos no
aceptarían que salieses con alguien como yo y tú no lo harías sin
contárselo.
—Te equivocas, yo podría ser como Sonia si quisiese, mis tíos
no tendrían por qué enterarse si yo no quisiese; pero me siento mal
engañándolos.
—Pues entonces me das la razón; no podrías salir conmigo sin
decírselo.
Mientras pronunciaba esas últimas palabras ya se estaba su-
biendo a la moto para marcharse, sabía perfectamente lo que sentía
por él y actuaba deliberadamente para hacerme dudar.
—¿Te vas ya? —le pregunté viendo su decisión.
—¿Qué quieres que haga?, no estoy para perder el tiempo, está
claro que contigo nada tengo que hacer.
No sabía cómo reaccionar, parecía que intentaba volverme
loca, ¿para qué me había hecho ir allí si no quería estar conmigo?,
estaba indecisa y tan sólo cuando ya estaba arrancando fui capaz de
decir algo.
—¿Te marchas así?, ¿no volveremos a vernos?
—Es posible, depende de ti, llámame cuando seas más ma-
dura.
Al tiempo que terminaba de responderme y cuando ya se mar-
chaba dejó caer un papel; ni siquiera me lo entregó en la mano,
como si pretendiese humillarme haciendo que me rebajase para
recoger la nota. Durante un rato intenté resistirme a aquella ig-
nominia, mi sentido común repudiaba a aquel individuo; pero mi
incontrolable sentimiento me arrastraba a cometer otro error, una
más de mi, ya larga, colección de estupideces.
Me agaché finalmente para recoger el pequeño escrito, como
me imaginaba, en él aparecía un número de teléfono, lo guardé y
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