Page 155 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez

                 —Diga —respondieron al otro lado.
                 —Hola, perdone, estamos buscando a la señora Eleonor So-
            cril, ¿es usted?
                 —Sí, soy yo, ¿quién me busca?
                 —Me llamo Sara Daris, soy la madre de una buena amiga de
            la sobrina de su cuñada.
                 —¿Y qué es lo que desea?
                 —Desearía saber si su hermano está viviendo con usted, ya
            sabrá que los tíos de Ana se han separado.
                 Claro, conozco todos los problemas que ha tenido que superar
            mi hermano desde que desapareció su sobrina, pero ha soportado
            mucho, si llama de parte de Carmen pierde el tiempo, él no quiere
            volver con ella.
                 —En realidad llamo por algo mucho más complicado, pero
            me gustaría hablar directamente con él, si puede ser.
                 Eleonor se mostró claramente contrariada pero accedió a la
            petición, pudo oírla gritar el nombre de Ernesto. A los pocos se-
            gundos fue la voz de éste la que sonó en el auricular.
                 —¡Sí!, ¿quién es?
                 —Le llamo para comunicarle que ha ocurrido una desgracia,
            su esposa ha sufrido un infarto.
                 —¿Cómo? —reaccionó incrédulo el señor Socril.
                 —Ella vino a mi casa, quería hablar con mi hija para pregun-
            tarle algo sobre su sobrina, pero sufrió un infarto y nada pudimos
            hacer por salvarla. La funeraria El Descanso se ha hecho cargo de
            su cuerpo, creí que debía comunicárselo.
                 La señora Daris pudo oír cómo Tío Ricardo le comentaba a
            su hermana la noticia y, después de unos segundos, escuchó su voz,
            nuevamente, tan sólo para decir «gracias», e inmediatamente colgó
            el aparato.
                 Una vez hubo comunicado el desgraciado suceso al marido de
            la fallecida, Sara, la madre, consideró cumplido su deber e intentó
            recuperar la normalidad lo antes posible; pero su hija no podía


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