Page 194 - Mucho antes de ser mujer
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Mucho antes de ser mujer
—He cambiado mucho, ni yo misma me reconozco, pero ya
no me quedan razones para mantener mis criterios morales y Bre-
mon es el principal culpable de ello, así que tengo derecho a cobrar-
le todo cuanto me ha hecho pasar.
El propio Miguel pareció sorprenderse de mi sentencia y ha-
ciendo un gesto muy significativo, como desentendiéndose de mis
rencores, prosiguió interesándose por el encuentro con los compa-
ñeros.
—Está bien, ¿cuándo le digo a los chicos que te verás con
ellos?
—El próximo sábado, diles que nos encontraremos a las cinco
junto al río, no quiero que nadie más me vea.
—¿Y cómo justificarás tu salida?
—Convenceré a Susana para que me lleve en su coche, mi
padre no pondrá ningún impedimento si salgo con ella, bajo su
custodia.
—Está bien, llamaré a Aurelio ahora mismo, a lo mejor luego
no tengo ocasión.
—¿Podré ir yo con vosotras? —preguntó Elena que no se en-
teraba muy bien de qué iba todo aquello.
—No, de momento no es conveniente que se nos vea mucho
por ahí, más adelante posiblemente podamos movernos ya sin te-
mor alguno.
—La verdad es que me sorprende que a tu edad puedas ma-
quinar todo esto, jamás te vi tan madura como te veo ahora —dijo
Miguel.
—Aunque no lo creas he aprendido mucho desde que me re-
laciono contigo.
—No sé si sentirme halagado o asustado —comentó Miguel
entre risas.
—Siéntete halagado, me gustas más así, —lo besé recordándo-
le que llamase a Aurelio.
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