Page 192 - Mucho antes de ser mujer
P. 192
Mucho antes de ser mujer
—¿Rodrigo no está?, No me ha dicho que saldría hoy, venía
con idea de que fuésemos a comer fuera.
Estaba claro que se había engalanado para algo más que pasar
la tarde en la finca y la ausencia de Bremon desbaratando sus planes
me venía como anillo al dedo para apuntalar mis argumentos.
—Algo muy habitual en él, parece ser —dije con sarcasmo
para provocar en Susana un sentimiento de ira.
—Habrá tenido algún asunto urgente —me respondió ella in-
tentando encontrar una justificación.
—Puede que sí, pero no le hubiese costado nada avisarte, po-
dría haberte llamado.
—Eso sí, debería haberme llamado, al menos no me hubiese
hecho perder el tiempo.
Mis comentarios estaban surtiendo efecto, y a pesar de su in-
tento por parecer indiferente pude notar su enfado. Aquel plantón
inesperado facilitaría mi cometido.
—Que se puede esperar de un tipo así, desde muy joven sólo
se ha interesado por sus asuntos; si no le preocupó su propia hija no
creo que tengas tú mucha más suerte.
—Me sorprende oírte decir eso, creí que tu relación con él se
había normalizado, ¿a qué viene que hables así?
—Tú has sido la única persona que, desde que mi padre nos
tiene aquí retenidos, ha empatizado conmigo, y te has, incluso,
enfrentado a él para reprocharle lo que nos hizo a mi madre y a mí;
no me gustaría que te hiciese lo mismo.
—Rodrigo ya no es el mismo que cuando estuvo con tu ma-
dre, ahora es un hombre mucho más estable y no creo que pudiese
volver a comportarse así conmigo.
—Yo no le veo así, su comportamiento es prepotente y egoís-
ta, me ha aceptado porque yo se lo he pedido; pero en ningún mo-
mento ha tomado la iniciativa para rectificar su actitud conmigo
durante todo este tiempo. A pesar de que le reconozco como padre
sigo despreciándole como persona, ¿qué otra cosa puedo hacer?,
— 191—