Page 141 - De la luz a las tinieblas

Obedecieron. Se miraron sorprendidos y permanecieron
quietos, a unos veinte metros del otro grupo. Esperaron los
acontecimientos en silencio. No sabían qué hacer.
Se esperaban un mejor recibimiento, pero el rechazo de

los nativos frustró de pronto todas sus expectativas.
—¿Quiénes sois, y que buscáis? —pregunto uno de los
reunidos, visiblemente receloso.
—Me llamo Andrés. Ellos son Alterio, Orgán, Dalman,
Gosún y Garan —les respondió el pastor, señalando uno por
uno a sus acompañantes.
—¿Cómo habéis llegado hasta aquí, y que hacéis con esas
bestias?
Estaba claro que en aquella población no convivían con
los góronas. Alterio dedujo que eran Gosún y Garan los
causantes de la espantada.
—Hemos llegado solos. Venimos buscando una salida de
estos bosques.
Andrés les explicó detalladamente las razones que los

llevaran hasta allí. Los puso al tanto de sus vicisitudes y de
cuáles era sus intenciones.
—¿Dices que habéis llegado vosotros solos? Aquí nunca
ha llegado nadie que no haya venido con los cazadores. Esas
bestias que os acompañan no son de esta zona, su territorio
se encuentra a más de dos jornadas de aquí. Son salvajes y
peligrosos. ¿Cómo os atrevéis a meterlos en el poblado?
—No todos son salvajes. Gosún y Garan conviven con
nosotros en la aldea. Nos acompañan en este viaje, y jamás
le harían daño a un humano.

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