Page 15 - De la luz a las tinieblas
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prolongada curva que caracterizaba aquel conducto le
impedía ver el final del mismo.
Avanzando a cada paso con más decisión, con la
confianza que le otorgaba la mayor iluminación existente en
aquella parte del camino y el plus de tranquilidad que le
aportaba la compañía de Seter, llegó a un tramo totalmente
recto. Al final del mismo, un deslumbrante fulgor de
incomparable belleza llenaba totalmente la boca del estrecho
corredor.
Tal era la intensidad de aquel reflejo que lo cegaba hasta
el punto de no distinguir los muros que lo rodeaban. Jamás
había visto algo tan bello, y a la vez tan abrumador.
Protegiéndose con los brazos, para evitar el deslumbra-
miento y poder ver en donde pisaba, se dirigió sin temor al-
guno hacia aquel punto.
De repente, lo invadió una gran tranquilidad. Una
sensación de paz. Como si aquel hermoso brillo fuese el
paradigma de la felicidad absoluta.
Sin embargo, Seter no paraba de ladrar y enseñar los
dientes. Algo había en tanta belleza que no agradaba al ani-
mal. Pero, a pesar de ello, no se separó en ningún momento
de su amo.
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