Page 20 - De la luz a las tinieblas
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Era una sensación extraordinaria. Sentía que todos sus
temores y susceptibilidades dejaban de existir allí mismo.
Tan solo un paso más. Contactó de lleno con el esplendor y
su cuerpo se desvaneció en la cegadora cortina.
Seter comenzó a ladrar como un poseso. Pasó de su
postura sumisa y asustadiza a mostrar una agresividad
inusitada. Pero, a pesar de ello, no avanzó un solo centímetro.
La incondicional fidelidad hacia su amo no consiguió superar
su miedo a lo desconocido.
Inexplicablemente, al atravesar el portal, Andrés se
encontró nuevamente sumergido entre tinieblas.
En un instante, dejó de percibir la calma y el sosiego que
lo habían animado a introducirse de lleno en su presente para
experimentar de nuevo la angustia que sintiera tan solo unos
minutos antes.
Intentó retroceder, huir lo más aprisa posible. Pero, al
girarse, ya no vio nada más que oscuridad.
El portal de luz había desaparecido, y a su alrededor solo
había penumbra. Una penumbra más intensa aún que la que
anteriormente se cerniera sobre el prado.
En aquel momento, solo entre la aciaga opacidad, volvió
a invadirlo el miedo. Un miedo más intenso e incontenible al
que el que había sentido anteriormente.
Paralizado por el pánico, no conseguía reaccionar ante a
aquella nueva e inesperada situación. Estaba aterrorizado.
«Cuánto deseaba que su inseparable Seter estuviese allí, para
transmitirle un poco de seguridad.»
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