Page 21 - De la luz a las tinieblas
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Debido al deslumbramiento padecido unos segundos
antes, se hallaba prácticamente ciego, y la agobiante
desorientación que experimentaba acrecentaba notablemente
su turbación.
Durante un buen rato se mantuvo totalmente inmóvil,
esperando. Daba por seguro que en cualquier momento
perdería la vida a manos de algún desconocido ente, o
incluso, víctima de su propio terror. Dudaba seriamente que
de que su corazón soportase por mucho tiempo la presión a
la que lo sometía su ansiedad.
Al cabo de unos cuantos minutos su vista se fue
acomodando a la opacidad del ambiente. Comenzó entonces
a distinguir algunas sombras. Extrañas formas oscuras que
aparecían entre peñones y sotos no menos umbríos.
Todo era tétrico y macabro. No se percibían colores o
reflejos. Nada era blanco, ni siquiera mínimamente
determinado. Solo oscuridad y sombras.
Permaneció inactivo durante un prolongado espacio de
tiempo, en parte a causa de la poca visibilidad existente, pero
en mayor medida debido al pánico que oprimía su voluntad.
Una vez que sus ojos se adaptaron a la penumbra, pudo
distinguir mejor el terreno. Era muy abrupto, jalonado de
pequeños promontorios rocosos y viejos árboles de
carbonáceos troncos y hojas muy oscuras. Todo cuanto
alcanzaba a divisar eran hoscas manchas recortadas en un
intenso crepúsculo.
Desorientado y perdido en aquella deprimente negrura,
tomó la decisión de avanzar. De buscar, quizás, otra luz como
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