Page 27 - De la luz a las tinieblas
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Aterrado por los guturales gruñidos que emitía la
demoniaca criatura, se agachó rápidamente para evitar ser
descubierto. Pero la curiosidad lo llevó a asomarse
nuevamente. Con infinita cautela, elevó la cabeza por encima
de la tapia, decidido a acreditar su primera visión.
Aquel espantoso ser continuaba allí, arrancando a girones
la carne de lo que parecía ser un pequeño animal. A pesar de
la escasa luz, consiguió a identificar la escena. Alcanzó a
distinguir algo blanco sobre la roja majada. La única forma
inteligible sobre el negro entorno que lo llenaba todo.
Incluso, la grotesca criatura era más negra que la propia
oscuridad.
Observando más detenidamente, pudo ver que se trataba
del pellejo de un animal. Inmediatamente, lo asoció con la
piel del cordero que se le había escapado. Aquella horrenda
bestia se estaba comiendo a su borrego. Había asumido tantos
riesgos para recuperarlo y finalmente se lo encontraba entre
las fauces de aquel desconocido monstruo.
Tan hiriente ironía le hizo sentirse rabioso consigo
mismo. No solo no había podido salvar a su res, sino que el
énfasis puesto en su rescate lo había llevado a poner en
peligro su propia vida. La situación resultaba
extremadamente absurda, pero era tan real que solo podía
resignarse y continuar buscando una salida.
Se hallaba estupefacto observando la acción cuando la
abominable criatura se giró hacia él levantando la cabeza.
Tuvo la misma sensación que lo asaltara por primera vez
detrás del carcomido tronco. No supo si echarse a correr o
permanecer inmóvil. Cualquier decisión, en aquel momento,
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