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Muros. Historia viva
Con una admirable destreza y sangre fría, ayudados por los vecinos de esa
parroquia, que se echaron al mar arriesgando sus vidas para salvar la de aquellos
hombres, y alumbrados por los faros de dos tractores que también fueron acer-
cados a la costa, los tripulantes del Ariete consiguieron echar un cabo a tierra y
armar un andarivel, mediante el cual, utilizando unas cestas que tenían a bordo
ante la falta de botes salvavidas, se pusieron a salvo todos los marinos que via-
jaban en el buque siniestrado. 168 personas salvaron su vida esa noche. Como
agradecimiento a la villa de Muros por su acogida a los náufragos del Ariete, una
de sus anclas fue regalada al Ayuntamiento por las autoridades de marina. Esta
estuvo muchos años instalada en la plaza del Ayuntamiento, donde se encontra-
ba también un cañón del mismo barco. Hoy en día se puede ver esta ancla en el
paseo marítimo, a la entrada de la Villa, junto al muelle.
El periódico La hoja del lunes, en su edición de 28 de febrero de 1966 sacaba
este artículo:
«El heroico comportamiento de los vecinos de los pueblos de Carnota,
Lira y Muros, que desde los primeros momentos acudieron sin regatear es-
fuerzos a prestar todo el auxilio posible en las tareas de rescate de la tri-
pulación de la fragata Ariete ha merecido los elogios de las autoridades de
Marina En efecto, es muy de destacar la actuación de estas gentes que han
puesto de su parte todo lo posible para llevar a buen término él salvamento
de la dotación del buque varado en las cercanías de la ría de Muros» .
«LOS NÁUFRAGOS DEL ARIETE ASISTEN A UNA MISA»
«Marín, 27. (Cifra). -El ministro de Marina, almirante Nieto Antúnez
llegó la Escuela Naval Militar, donde le rindió honores él batallón de la Es-
cuela y la Compañía de Marinería a la que pasó revista, que desfiló ante el
Ministro y el Director de la Escuela.
Después asistió a una misa en la capilla de la enfermería de la Escuela a
la que asistieron los náufragos del Ariete. Terminado el oficio religioso pro-
nunció unas palabras a la dotación del Ariete haciendo grandes elogios de
su disciplina, que permitió el salvamento de toda la tripulación, poniendo de
manifiesto la unión de las Marinas de Guerra, Mercante y de Pesca. Elogió
a la tripulación del Legazpi, que contribuyó al salvamento de la dotación
del Ariete, y posteriormente salió para Muros para visitar el lugar donde se
produjo el accidente del Ariete. Por su colaboración y valentía, 67 vecinos
fueron condecorados con la medalla al mérito civil».
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