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ICAP ARGDEBRA

               La existencia de un mecanismo mitótico de división celular asegura que los constituyentes
               esenciales sean distribuidos de modo correcto en las células hijas. En la división mitótica, el
               citoplasma de la célula se divide simplemente en dos mitades iguales, mientras que el núcleo
               experimenta una secuencia de complicada actividad formada por cuatro estadios. Estos son:
               interfase, profase, metafase y anafase.

               La división exacta de cada cromosoma en dos partes iguales y su separación subsiguiente en
               dos células no provoca ningún cambio en el número de cromosomas de las células paternas
               a las células hijas. Por eso, en los organismos cuyas células se forman siempre por medios
               asexuales, el número de cromosomas permanece constante a lo largo de las generaciones.
               En cambio, en los organismos con reproducción sexual, en los que se forma un cigoto por
               unión  de  los  gametos femenino  y  masculino,  se  reduce  a  la  mitad  el número  diploide  de
               cromosomas durante la formación de las células sexuales para garantizar que las células
               embrionarias no posean un número doble de cromosomas en relación con sus progenitores.
               La  meiosis  solo  ocurre  durante  la  formación  de  los  gametos  o  células  sexuales.  En  este
               proceso  tienen  lugar  dos  divisiones  sucesivas  de  los  cromosomas:  la  primera,  de  tipo
               reduccional en la que los miembros de pares homólogos se separan en dos células hijas sin
               que tenga lugar la duplicación, por lo que su número se reduce a la mitad, y la segunda, de
               tipo ecuacional, similar a la mitosis. El resultado final de la meiosis es la creación de cuatro
               células  haploides  hijas,  formadas  con  una  sola  duplicación  del  material  genético  de  los
               cromosomas. El proceso de trasmisión de la información genética y su posterior expresión, es
               sumamente  complejo  y  puede  estar  afectado  en  cualquiera  de  sus  diversas  etapas  por
               múltiples causas.

               Se denomina mutación a todo cambio repentino y hereditario en el material genético, que
               puede ser estable y pasar a la siguiente generación. Aunque sus causas en el hombre son,
               en  gran  medida,  desconocidas,  intervienen  diversos  agentes  ambientales,  tales  como
               radiaciones, virus y sustancias químicas.

               Las  mutaciones  pueden  producirse  tanto  en  las  células  somáticas,  como  en  las  células
               reproductoras del organismo. Los cambios genéticos que ocurren durante la formación del
               óvulo o el espermatozoide se denominan mutación germinal; en este caso la expresión del
               gen mutante no afecta el fenotipo del individuo en el cual ocurre, sino que se manifiesta solo
               en la siguiente generación.

               Una mutación en la secuencia de bases de las regiones del gen que determinan la secuencia
               de  aminoácidos  (exones)  puede  producir  una  versión  estructuralmente  diferente  de  la
               correspondiente cadena polipeptídica, lo que a su vez podrá o no tener efectos detectables
               en su función. Las mutaciones en los intrones por lo regular alteran las señales de empalme
               del ARNm, o suelen ser por completo silenciosas en cuanto al fenotipo. Las mutaciones en el
               ADN entre genes vecinos también pueden ser silentes o tener un efecto grave, si se dañan
               las secuencias reguladoras.

               Se han descrito en algunas enfermedades (corea de Huntington, distrofia miotónica, síndrome
               de X frágil) mutaciones dinámicas, mecanismo mediante el cual secuencias repetitivas de
               ADN pueden expandirse y provocar un fenotipo anormal.

               Desde  el  punto  de  vista  evolutivo,  las  mutaciones  son  esenciales  para  proporcionar  una
               diversidad genética suficiente como para permitir que las diferentes especies se adapten a su
               ambiente mediante un mecanismo de selección natural.

               Clasificación patogénica
               De acuerdo con su patogenia se dividen en tres categorías:
               1.     Enfermedades génicas o monogénicas: Se originan por defecto de un único gen, casi
               siempre tienen un patrón de herencia característico y el riesgo de recurrencia se establece

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