Page 102 - selim
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—Sí, sí, de verdad -dijo Ahmet riendo.
—Zuffu, ¿te das cuenta...? -preguntó Selim-
¡Tenemos una cabrita...! Le pondremos de
nombre Beek; ¿estás de acuerdo?
—Sí -respondió Zuffu-. Pero no te encariñes
demasiado con ella, porque hará falta vender-
la para sacar algún dinero.
—Es verdad -dijo Selim-. Necesitamos el di-
nero para Semra.
Se quedó pensando y no pudo contenerse:
—¡Pero si vendemos a Beek, tendrá que ser
al carnicero, y él la matará!
—Si vais a venderla -dijo Ahmet-, será mejor
que esperéis a que haya crecido. Así conse-
guiréis mejor precio.
—Sí, desde luego, eso sería lo más razonable
-añadió Zuffu con calma.
—¡No, no! ¡Nunca venderemos a Beek! -gri-
tó Selim con desesperación-. Tiene... ¡ten-
dría que haber otra manera de ganar dinero!
—Pero ¿para qué os hace tanta falta el dine-
ro? -preguntó Ahmet.
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