Page 95 - El toque de Midas
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ocho elementos integrales de un negocio. Si un empresario no puede reconocer lo que implica el
triángulo, entonces existirán puntos ciegos en la visión que tiene del mundo, y eso le impedirá crear
rasgos originales.
“Con frecuencia, el hecho de ser fiel a quien eres y significativo para quienes sirves o deseas
servir” dice Kathy, “te hace diferente de manera natural.
Las compañías que dominan este aspecto son muy pocas, y eso te dará ventaja y oportunidad de
destacar. El “por qué” detrás de mi “qué” no es vender más productos sino hacer que las vidas de las
personas sean mejores, como una buena marca Heart & Mind siempre debe hacerlo. La cuestión de
vender más también sucederá porque es el resultado natural de actuar cabalmente. Además, trabajar
en una compañía que tiene un propósito, es más divertido, sustancioso y satisfactorio. Ése es el factor
que te puede diferenciar en este caso.
Para detectar el rasgo que diferencia a una compañía de las demás, Kathy sugiere entender los
siguientes aspectos:
¿Por qué la gente debería elegir a tu compañía por encima de las otras?
¿Podrías describir, con menos de 25 palabras, qué te hace diferente?
¿Tus empleados pueden señalar la diferencia? ¿Están de acuerdo entre sí al respecto?
¿Cuál es tu estilo de presentación?
¿Confías en tu solidez en lo que se refiere a ventas?
¿Te desenvuelves bien en escenarios?
¿Qué cosas “le pertenecen” a tu compañía solamente, y a nadie más?
¿Estás, como Kathy diría, “listo para Google”? Cuando la gente usa Google para buscar a
tu compañía, ¿los resultados benefician a tu marca?
¿Qué tan dispuesto estás para cambiar y adaptarte?
¿Con cuánta rapidez pueden cambiar tú y tu organización?
Pregúntate todo lo anterior y trata de encontrar tus propias respuestas. Después, tal vez puedas invitar
a un amigo a releerlas contigo y a proveerte retroalimentación. Es fundamental que repitas el proceso
hasta que sientas que las respuestas te quedan claras.
También puedes realizar el ejercicio si eres empleado. Responde las preguntas pensando en los
líderes de la compañía en que trabajas. Es decir, ¿tus jefes tienen lo necesario para sobresalir o son
anticuados? Si no te gustan las respuestas, entonces tal vez debas comenzar a buscar un nuevo empleo
porque, de todas formas, es probable que lo necesites muy pronto.
La forma en que la tecnología avanza en el mundo actual, provoca que cada vez haya más
competencia que busca ganarse atención, tiempo y dinero de tus clientes. Recuerda que Internet creó
un nuevo sistema en que todo es “gratis”. ¿Cómo puedes competir con los demás si todo mundo está
regalando u ofreciendo a precios inigualables los mismos productos que tú vendes? Tal vez quienes
nacimos antes de 1970, contamos con sagacidad para los negocios, pero, a pesar de usar el correo
electrónico y tener una cuenta de Facebook, corremos el riesgo de carecer de pericia en el aspecto
tecnológico. Asimismo, la gente que nació después de 1970 es, por lo general, más avezada en este
sentido, pero carece de la sabiduría necesaria para aprovechar la tecnología que maneja. Kathy dice
que, en la actualidad, contar con las dos habilidades brinda una enorme ventaja competitiva.
Robert señala muy a menudo que el mundo cambió en 1989, el año en que cayó el Muro de
Berlín e Internet comenzó a extenderse. Ambos sucesos marcaron el fin de la Era Industrial y el
comienzo de la Era de la Información. Hoy en día tu competencia se encuentra en todos lados: en la