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1006 PARTE III, SECCIÓN 2 MENTE-CUERPO
nar el corazón «cerebro cardíaco», debido a su amplio sistema erráticos o no saludables en la frecuencia cardíaca y su variabili-
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nervioso intrínseco . Las señales que llegan del corazón al cere- dad global.
bro no sólo incluyen el SNA, sino que pasan a centros cerebrales Siempre que el sistema simpático se encuentre hiperactivo,
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superiores responsables de la percepción y las emociones . Es- el sistema eléctrico cardíaco puede pasar a ser inestable, causan-
tos hallazgos han dado auge a los campos de la neurocardiolo- do arritmias, agregación plaquetaria, vasoconstricción de las ar-
gía y psiconeuroinmunología o neuroendocrinología, hoy en terias coronarias y aumentando el estrés en la pared ventricular
día florecientes, los cuales han desarrollado un modelo de siste- izquierda y un remodelado no saludable. El restablecimiento de
mas que describen la manera en que los sistemas corporales se una entrada vagal adecuada antagoniza estas sobrerrespuestas
informan y responden unos a otros, contribuyendo a nuestros simpáticas y reequilibra el sistema. En parte, esto ocurre a través
estilos de aprendizaje, capacidades de afrontamiento, inteligen- de los barorreceptores cardíacos que son sensibles a los cambios
cia, estado emocional y, finalmente, nuestra salud global y lon- de presión y pueden actuar centralmente para restaurar el tono
gevidad. vagal adecuado y reducir la presión arterial. La sensibilidad de
los barorreceptores (SBR) es un marcador de la capacidad del
organismo de aumentar el tono vagal de forma refleja.
La sensibilidad del barorreceptor posee una vinculación di-
recta con la VFC, observada en la arritmia sinusal respiratoria
Fisiología y medición (ASR), la irregularidad natural en el latido cardíaco que refleja
la respuesta del organismo a la presión intratorácica. Cuando
de la VFC inspiramos disminuye la presión intratorácica y, en compensa-
ción, la frecuencia cardíaca aumenta. Cuando espiramos, au-
Como se ha establecido con anterioridad, la VFC está directa- menta la presión intratorácica y desciende la frecuencia cardía-
mente guiada por los sistemas simpáticos y parasimpáticos que ca. En general, cuando respiramos más rápidamente, aumenta
se encuentran en una interacción constante en un intento de el tono simpático, así como la frecuencia cardíaca. Cuando res-
mantener el organismo en un estado de equilibrio u homeosta- piramos más lentamente, el equilibrio se desplaza hacia el siste-
sis. Sin embargo, este equilibrio es dinámico y no estático. Un ma parasimpático y, de forma global, se ralentiza la frecuencia
organismo saludable está sometido a constantes reajustes, pe- cardíaca.
queños y grandes, para responder adecuadamente a las señales Por tanto, en condiciones de salud ideal, el corazón no late
internas y externas. En condiciones de reposo, el corazón salu- a una frecuencia estable, sino que más bien va variando, tanto
dable está bajo el control del nervio vago y, por tanto, bajo do- en coordinación con la respiración como en respuesta a los fac-
minio parasimpático. Durante la mayor parte de los ciclos del tores desencadenantes del entorno. En medicina, el ejemplo
sueño, durante la digestión y en momentos de atención centra- más conocido de este fenómeno se observa en obstetricia, en la
da y tranquila, como durante la meditación o la oración, predo- que es práctica habitual controlar la frecuencia cardíaca del
mina el sistema vagal. La fase de excitación/erección del acto se- feto, evaluando la variabilidad adecuada, es decir, el número y
xual también está guiada por el sistema parasimpático. la duración adecuada de aceleraciones del latido cardíaco del
Cuando las condiciones cambian y se introduce un factor bebé por encima de la frecuencia cardíaca basal. La variabilidad
estresante, como enfrentarse a una lesión, una enfermedad agu- se interpreta como signo de que el bebé responde bien al entor-
da o un dolor físico, o experimentar miedo o rabia, entra en fun- no del útero y a los problemas del parto (fig. 96-1).
cionamiento el sistema simpático. Estas descargas simpáticas De forma similar, los actuales indicios muestran que los
son necesarias a corto plazo, ya que el organismo ha de incre- adultos necesitan un SNA flexible, dinámico y bien equilibrado
mentar la frecuencia cardíaca y el gasto cardíaco (para escapar a para responder adecuadamente en momentos de estrés y tam-
una amenaza real o percibida) o incrementar las catecolaminas bién a las necesidades de reposo y regeneración. En un estado
como la adrenalina para adquirir fuerza y aumentar la alerta. de salud o emociones positivas, los sistemas parasimpático y
En la persona sana, estos dos sistemas entran en juego de simpático producirán una salida de baja a moderada, oscilando
forma apropiada y similar, y «se cierran» cuando no se precisan. con regularidad relativa y produciendo lo que se conoce como
Sin embargo, bajo condiciones de estrés, en que un estresante a patrón VFC «coherente», con una curva amplia y lisa y una
corto plazo se convierte en uno a largo plazo, el cuerpo intenta onda sinusal. En este tipo de estado, si bien el sistema simpático
compensar elevando el control parasimpático. Los dos sistemas y el sistema parasimpático están bien sincronizados, existe un
pueden competir de forma inapropiada, causando patrones desplazamiento global hacia un dominio parasimpático. En
FIGURA 96-1
Tonos cardíacos fetales. Este electrocardiograma fetal muestra que el corazón del bebé rebasa regularmente y de forma significativa el nivel
basal de 130 lat./min.