Page 147 - Luna de Plutón
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—Preocupado de la nave esa, en que Metallus Titanium se escapó.
Cadamaren se alisó un bigote, a medida que las ojeras de sus mórbidos ojos
parecían hacerse más oscuras.
—¿Te parece que un hombre tan brillante como yo se preocupa? ¿Que no he
tomado ya las previsiones necesarias, y que no sabía de esa nave?
—¿Lo sabía? ¿Entonces por qué dijo allá, en la Hermandad Federal, que estaba
seguro que a Metallus lo condenarían por el resto de su vida en un cráter de…?
—Ya cállate, pequeño y asqueroso grano de pus y un copete. Cállate ya. El hecho
es que yo ya sabía a la perfección que una escalada de tecnología bélica está
empezando a gestarse en el Sistema Solar y los ogros han sido los primeros en mostrar
su carta secreta.
Cadamaren se levantó de cara al enorme vitral colocado tras su silla.
—Las comunidades de todas las lunas están preocupadas, ¡pero yo estoy feliz! —
exclamó, levantando los brazos, con sus labios estirándose de oreja a oreja, formando
una gigantesca sonrisa—. Feliz porque la historia ha demostrado que, en distintos
pueblos de distintas razas, a través de diversas generaciones, las guerras hacen que
cada patria dé lo mejor de sí, ¡que avancen en cuestión de meses lo que no avanzaron
incluso en siglos!