Page 143 - Luna de Plutón
P. 143

deliciosas!

       El león tuvo una agria visión de los cuatro elfos sentados alrededor de una mesa
  devorándose a un alce vivo.

       —¿Por  qué  no  mejor  seguimos  caminando?  —sugirió,  con  la  esperanza  de

  encontrar alguna fuente de alimento en el camino, y así no verse en la necesidad de

  aceptar la invitación.
       Mientras estaban andando, era claro que Hamíl era un pueblo más grande de lo

  que  a  simple  vista  parecía:  mientras  más  se  internaban,  más  vericuetos  y  calles

  entrelazadas aparecían, todo ello sin perder aquella sencillez que caracterizaba al lugar.

  Llegando a una redoma en medio del poblado que desembocaba en varios caminos,
  Knaach encontró, al pie de una estatua, algo que jamás pensó volver a ver.

       Un zellas.

       La criatura era exactamente como la que había visto en el tren de Plutón, pero más
  alta,  corpulenta,  de  hombros  más  anchos  y  de  sexo  masculino.  Vestía  un  chaleco

  marrón  hecho  de  cuero,  como  el  de  los  tres  hermanos,  y  llevaba  unos  pantalones

  blancos y abombados, calzaba unas zapatillas.
       —Un… Zellas.

       —Tepemkau no te escucha.

       —¡Un zellas! ¡Tienen zellas aquí!

       —¿Te  refieres  a  ese  gato  de  ahí?  —preguntó  Pisis,  señalándolo  con  el  dedo—.
  ¡Jaja! Parece que el peludo no sabe que los zellas SON de Titán.

       El pequeño gato humanizado veía al grupito, consciente de que estaban hablando

  de él.

       —¿Así que ellos son oriundos de Titán? Vaya, no lo sabía.
       —¿Y cómo los conociste, peludito?

       —¿Eh?

       —¿Cómo  conociste  a  los  zellas?  ¿Alguna  vez  has  utilizado  alguno  para
  comunicarte con alguien?

       Knaach se sintió incómodo.

       —N…  No,  nunca  los  he  usado  ¡pero  sé  bien  cómo  hacerlo,  porque  me  han

  hablado de ellos!
       El trío de elfos veía a Knaach con rostros graves y serios.

       —¿Podrían esperarme aquí, niños? Quisiera usar el zellas…

       —¿Te quieres comunicar con alguien?

       —Con un amigo especial de Plutón.
       —¿Y no preferirías que te ayudara yo? Puedo ayudarte a mediar con el zellas —se
   138   139   140   141   142   143   144   145   146   147   148