Page 140 - Luna de Plutón
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—En estos momentos, Metallus puede estar en cualquier lugar del Sistema Solar, y

  las autoridades competentes no lo van a atrapar nunca. Esa nave no era en lo absoluto
  ordinaria,  no  es  como  aquella  en  la  que  una  vez  vino  hasta  Titán…  —repuso  el

  anciano, encogiéndose de hombros.

       —¿Entonces debo interpretar eso como un no?

       —¿De qué hablan? —preguntó Hermoso, acercándose a ellos.
       —Nada,  mi  excelentísima  eminencia  felina…  Por  cierto,  ya  que  acaban  de

  almorzar, creo que es hora de tomar la siesta…

       —Ay, pero no hemos comido postre.

       —Cierto, cierto, ¿qué desearían?
       —Yo un banana split con crema, helado de vainilla, bañado en chocolate de leche

  con nueces.

       —Y yo un hotcake con jarabe caliente y donuts de chocolate.
       —¿Y usted, sir bellísimo Knaach?












       Knaach  se  quedó  pasmado,  con  los  belfos  temblando  en  una  suerte  de  tic.

  Tragando saliva y conteniendo deseos casi irrefrenables de golpear a los dos leones en

  la cara, decidió negar lentamente con la cabeza.

       —Voy a bajar a ver a los chicos. Adiós.
       Aquel encuentro con los que eran como él le había dejado un sabor tan amargo en

  la  boca,  que  Knaach  había  decidido  optar  por  una  incredulidad  auto-impuesta  para

  sopesar  el  resto  del  día.  Meditaría  sobre  Precioso  y  Hermoso  más  tarde,  y  buscaría

  respuestas luego, seguramente por la noche. Ahora solo quería despejar su mente y
  pensar  en  que  Claudia  estaba  viva,  fugitiva,  pero  viva.  Apenas  salió  del  palacio

  encontró a los tres hermanos jugando a tirarse peñascos, mientras corrían alrededor de

  la fuente. Hathor, desde luego, fue el primero que lo vio.
       —¿Cómo te fue? —preguntó después de correr con todas sus fuerzas y pararse en

  seco a un milímetro de él.

       —Regular —sentenció Knaach—. ¿Hay algún lugar interesante que ver por aquí?

       —¡Ufa!  ¡Sí  que  los  hay!  Hamíl  es  un  pueblo  de  mucha  vida  nocturna,  así  que
  podrás estar paseando todo lo que quieras.

       El cielo estaba poniéndose cada vez más oscuro y los faros alrededor de las calles
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