Page 247 - Luna de Plutón
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—¿No fue acaso precipitado y malo que destruyeran una nave de la Hermandad?
—Como siempre, hombrecito, ves las cosas desde tu plano, y no desde arriba,
como la deberías ver —aseguró Cadamaren gustoso, alisándose un bigote,
descansando su espalda—. Nadie sabe que la Parca Imperial existe y todo ha sido
arreglado para que la destrucción del Nautilus le sea achacada a Metallus del Titanium,
lo que lo convierte todavía más en el enemigo público número 1 del Sistema Solar.
¡Es delicioso, exquisito e inmejorable! Somos como un poderoso monstruo sin
huellas dactilares, sin identificación, libres para deshacer lo que sea… ¡Mejor aún!
Tenemos una cabeza de turco a quien culpar (mientras tanto).
—Pero… ¿No analizarán los pedazos destruidos del Nautilus, señor? No sé,
pienso que tal vez, probablemente, se den cuenta de que fue destruido por una nave
diferente, qué se yo…
—Si te refieres al Vigor Cósmico, no deja más huellas que los órganos esparcidos
de una nave espacial, es un asesino silencioso… Cuando consigan los restos del
Nautilus, solo se verá como ruinas frías, que quedaron de una destrucción que tomó
lugar hace días. Es todo. Que se pregunten por qué los cuerpos de los tripulantes no
están quemados es otra cosa, pero tardarán semanas en llegar a una conclusión al
respecto.
Bond se llevó una mano a la quijada, asombrado y meditabundo. La puerta se
abrió nuevamente.
—¡Mensaje urgente, señor Cadamaren! Hemos recibido la señal de una cápsula de
escape… Y desde ella alguien nos está dando las coordenadas para hallarla, sin
embargo, hay algo extraño.
El plutoniano extendió un trozo de papel.
>>>>>> ------- coordenadas ------ <<<<<< 36 ‘ 98 ‘ 22 ‘ NE ‘ Longinus; Órbita
462 ‘ UB 155634
CADAMAREN
CADAMAREN
CADAMAREN
CADAMAREN
CADAMAREN
CADAMAREN
El magnate saltó de la camilla, plantándose frente al oficial.
—Lléveme a la cabina ya… Debemos rescatarlo.
Mojo Bond, con esfuerzo, los persiguió a lo largo de los pasillos. Una vez
hubieron llegado a la puerta del ascensor que los conduciría a la cabina de la Parca