Page 273 - Luna de Plutón
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La nave volvió a dar otro tumbo violento, una pesada viga de hierro cayó del
techo sobre el suelo, a la vez que una computadora empezó a vomitar chispas.
—El campo de fuerza de la nave enemiga está haciendo presión contra el casco de
la nuestra, van a partirnos como si fuéramos un huevo.
—Eh, ¿qué es eso? ¡Miren todos la pantalla principal!
—¿Qué es?
—¡Es la Tungstenio!
La nave espacial de los ogros se acercaba a la deriva de la Parca Imperial.
Metallus del Titanium, sentado sobre su silla, veía con atención a la pantalla.
—¡A mover el culo! —gritó—. ¡¡Dense prisa!!
El artillero, con su gruesa mano cerrada alrededor de una palanca, fijaba, viendo a
través de la pantalla, al inmenso monstruo negro.
—¡Moco Dick está en la mira, señor!
—¡Los tres reactores están en línea!
—¡Energía al 40… 60… 80… 95…! ¡¡100% y sobrecargando!!
—¡DISPAREN EL DEDO DEL DIABLO!
La Tungstenio se convirtió en una supernova. El disco espacial concentró toda su
energía sobre un punto, creando una bola de energía frente a sí que, en poco tiempo,
arrojó un torrente de materia brillante contra la nariz de la Parca Imperial.
El puño de energía la golpeó. El escudo verdoso que rodeaba a la gigantesca nave
vibró y se encogió, creando una tormenta eléctrica entre ella y el fuselaje. Como si
hubiese sido un puñetazo certero, la empujó hacia atrás de golpe. Panék cayó de
espaldas sobre su silla.
—¡Estamos libres, señor! ¡El rayo tractor ya no nos tiene!
—¡En marcha, vámonos de aquí!
La Anubis, recubierta en fuego, se proyectó sobre Titán, a la vez que la
Tungstenio, sin perder el tiempo, la seguía detrás.
—Reporte de daños.
—Los sectores 10, 13 y 24 han perdido la energía por completo, Shah. Están
operando a oscuras. Seis proyectiles láser se desprendieron; fueron arrancados de La
Anubis. Afortunadamente, la sala médica e Ingeniería están intactas.
—Quiero que toda seguridad busque a mi hijo ahora. Llévenlo a la enfermería.