Page 286 - Luna de Plutón
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RÉQUIEM EN EL HIPERESPACIO
Hathor supo cómo encontrar a Knaach. El león se sentía feliz, pero a la vez,
melancólico. Eso solía confundirlo y molestarlo al mismo tiempo, pero en este caso
no sucedió, porque sabía bastante bien la razón por la cual se sentía así y, muy dentro
de sí, consciente de ello, supo que había madurado más. El chico elfo, con el mismo
rostro serio que tenía cuando tuvo que seguir a su padre y padrastro a hablar en
privado hacía un rato, se acercó a su amigo y se colocó a su lado, viendo la barrera
telequinética creada por Amén, sin decir nada. Sin girar la cabeza para verlo, y con la
vista fija en la ventana, el león habló.
—¿Y bien?
No recibió respuesta.
—Él es mi padre…
—Sí, ya me di cuenta.
Hubo un corto período de silencio, que, para ambos, se hizo demasiado largo.
—Están planeando cómo escapar de Hallyfax, y poner en aviso a las autoridades
de la Hermandad Federal sin la ayuda de mi padre. Se supone que él no puede estar
mucho tiempo con nosotros.
—¿Por qué no?
—Es complicado de explicar.
—¿Y por qué no lo intentas?
Knaach seguía viendo al frente. La gigantesca barrera de energía, generada por
Amén, estaba muy cerca de la Parca Imperial, y cuando esta intentaba esquivarla
haciéndose a un lado, la pared la seguía, para que no pudiera cruzar.
—Escucha, no tienes por qué saber esto, Knaach. Es decir, no quiero contarlo, no
quiero compartir ese secreto —dijo, con vehemencia—. ¿Lo entiendes, verdad?
—Tu padre por poco nos mata, a Claudia y a mí, en la nave espacial de la que
escapé para ir a caer en tu luna. No te culpo a ti por lo que él hizo, pero creo que
merezco una explicación. ¿Por qué un elfo tiene poderes tan enormes? ¿Y por qué
anda por todo el Sistema Solar, haciendo lo que le da la gana?
—¡Es difícil de entender! ¡No te he estado ocultando nada! Es decir… ¡no te he
estado ocultando casi nada! ¡Es una promesa que hice hace mucho tiempo!
—Y supongo que también es parte del secreto…