Page 327 - Luna de Plutón
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Dicho esto, presionó el gatillo, y el potente disparo precedió a un largo y afilado

  dardo con un envase de líquido verde que se introdujo en la yugular de Calizo.
       El ogro se llevó la mano al cuello, estirando los labios. Gimió largamente, como a

  alguien que están estrangulando, tambaleó, arrugando la frente y la nariz, a medida

  que ensanchaba grotescamente sus ojos, que estaban vidriosos y secos, y, al cabo de

  pocos segundos,  se  desplomó  pesadamente  contra el  suelo.  Cadamaren  caminó  por
  encima de él, y antes de cerrar la portezuela de la cápsula de escape, se dio media

  vuelta y escupió el cadáver de Popsttone, con un gesto de asco en la cara.

       Se sentó en la silla esponjosa y programó el panel luminoso que estaba frente a él,

  escogiendo  algún  destino  seguro,  donde  tenía  una  propiedad.  Los  motores  de  la
  cápsula energizaron, la esclusa de emergencia se abrió y, lo siguiente que vio a través

  de  la  ventanilla,  fue  la  negrura  estrellada  del  universo,  dejando  atrás  a  la  Parca

  Imperial.
       El  magnate  apoyó  cómodamente  la  espalda  en  la  silla,  y  suspiró  largamente,

  cerrando los ojos. Sin embargo, no tardó en escuchar un extraño silbido, que vino de

  la computadora que colgaba sobre su cabeza. Abrió los ojos, solo para darse cuenta de
  que una nefasta pared de datos lo estaba esperando frente a sus ojos: Falla Operativa.

       Aquella cápsula había sido la misma que Calizo había usado para llegar hasta la

  Parca Imperial y había resistido los mismos embates en la Tungstenio que en su nuevo

  hogar.
       Cadamaren intentó maniobrar los controles para caer a salvo en Titán, pero esta no

  respondía. Las luces se estaban apagando lentamente.

       «Falla en el Soporte de Vida. Oxígeno agotándose en 59… 58… 57…».

       Cadamaren abrió la boca y los ojos en cámara lenta, transformando su cara en la
  más amarga, hórrida y terrible expresión de pavor.

       Aun a muchos, muchos metros fuera de la cápsula, que giraba y se perdía en el

  universo,  los  gritos  mortales  de  Osmehel  Cadamaren  se  escucharon,  como  un  eco
  vacío.
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