Page 126 - El cazador de sueños
P. 126
instituto, y hasta algunos que ya han acabado, juegan a baloncesto en el solar vacío de
detrás de la nave, y a los mayores les encanta zurrar a los pequeños. ¿Por qué? A
saber. Debe de ser una manera de romper la monotonía. Lo peor, sin embargo, no es
eso, porque ya no es temporada de baloncesto y seguro que los mayores se han ido al
parque Strawford, para jugar a otra cosa hasta que nieve. (Cuando empiece a nevar se
partirán la cara jugando a hockey con palos viejos, de los que llevan cinta aislante.)
Lo peor es que en Derry a veces desaparecen niños. Cosas del pueblo. Y muchos,
antes de desaparecer, son vistos por última vez en lugares solitarios como el garaje en
desuso de Tracker Hermanos. Es un tema del que no habla nadie, por desagradable,
pero que nadie ignora.
Aunque un coño… No un coño ficticio del Penthouse, sino el auténtico felpudo
de una chica del pueblo. Eso sí valdría la pena verlo. Sería la rehostia.
—¿En Tracker Hermanos? —dice Henry sin esconder su escepticismo. Ahora ya
no caminan. Forman un grupito apretado a poca distancia del edificio, mientras pasan
los últimos subnormales por la acera de enfrente, gimiendo y con los ojos
desorbitados—. Yo a ti te tengo en muy buen concepto, Jonesy, a ver si me entiendes;
para mí eres lo mejor, pero ¿qué pinta una foto del coño de Tina Jean en una nave
industrial?
—No sé —dice Jonesy—, pero lo vio Davey Trask y decía que era ella.
—Tíos, que yo lo de entrar no lo veo muy claro —dice Beaver—. No es que no
quiera verle el coño a Tina Jean Slophanger, ¿eh?, pero…
Schlossinger.
—… pero es que esto ha estado vacío desde que íbamos a quinto…
—Beav…
—… y seguro que está lleno de ratas. —Beav…
Beaver, sin embargo, está decidido a decir la suya.
—Las ratas cogen la rabia —dice—. Les entra por el culo.
—No hace falta que entremos —dice Jonesy, suscitando miradas de interés en sus
amigos. Eso ya es otro cantar.
Viendo que le escuchan, Jonesy asiente con la cabeza y continúa.
—Dice Davey que sólo hay que ir al lado por donde entraban los camiones y
mirar por la tercera o la cuarta ventana. Era el despacho de Phil y Tony Tracker, y
queda un tablón en la pared. Dice Davey que sólo hay dos cosas clavadas: un mapa
de Nueva Inglaterra con todas las rutas de camioneros y una foto de Tina Jean
Schlossinger enseñando todo el coño.
Quedan todos en suspenso, mirándole con gran interés, y Pete formula la pregunta
que se les ha ocurrido a los tres.
—¿Está en pelotas?
—No —reconoce Jonesy—. Dice Davey que no se le ven ni las tetas, pero que
www.lectulandia.com - Página 126