Page 118 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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muchos motivos: las flores están en su esplendor, los pájaros están
                   cantando, el sol luce allá en el cielo; ¡celébralo! Entonces de pronto
                   te relajas, entonces desaparece la tensión, desaparece la angustia.
                   Toda la energía que se había convertido en angustia se transforma
                   en gratitud; tu corazón no deja de latir con profundo
                   agradecimiento: eso es orar. Eso es oración: un corazón que late
                   con profundo agradecimiento.
                          No hay necesidad de hacer nada al respecto. Sólo comprender
                   el movimiento de la energía, el movimiento desmotivado de la
                   energía. Ésta fluye, pero no hacia la meta, fluye como un placer. Se
                   mueve, pero no hacia la meta, se mueve a causa de su misma
                   energía desbordada.
                          Un niño salta y baila y corre por doquier; pregúntale: “¿
                   Adónde vas?”. No va a ningún lugar; te sentirás ridículo ante sus
                   ojos. Los niños siempre piensan que los adultos son tontos. Qué
                   pregunta tan tonta: ¡¿Adónde vas?”. ¿Es que hace falta ir a algún
                   sitio? Un niño no puede responderte la pregunta porque es
                   irrelevante. Él no va a ninguna parte. Se encogerá de hombros. Te
                   dirá: “A ningún sitio”. Pero la mente, fijada en una meta,
                   preguntará: “¿Entonces por qué corres?”. Porque para nosotros una
                   actividad sólo tiene sentido cuando conduce a algún lugar.
                          Pero yo te digo, no hay lugar adónde ir: aquí está todo. La
                   existencia entera culmina en este momento, converge en este
                   momento. Toda la existencia se está derramando en este instante;
                   todo lo que hay se vierte en este instante; está aquí, ahora. Un niño
                   disfruta nada más de la energía. Tiene demasiada. No está
                   corriendo porque tenga que llegar a algún sitio, sino porque le
                   sobre, tiene que correr.
                          Tú debes actuar sin motivo aparente, tan sólo desbordando
                   energía. Comparte, pero no negocies, no hagas tratos. Da porque
                   tienes, no des para recibir; así no serás feliz. Todos los vendedores
                   van al infierno. Si buscas a los mayores comerciantes y
                   negociantes, ve al infierno, allí los encontrarás. El cielo no está
                   hecho para los negociantes. El cielo es para los hombres que
                   celebran.
                          ¿Qué hay que practicar entonces? Conseguir la calma. Estar
                   más y más en el aquí y ahora. Estar más y más en la acción, y
                   menos en la actividad. Estar más y más hueco, vacío, pasivo. Ser
                   más como un observador; indiferente, sin esperar nada, sin desear
                   nada. Estar feliz contigo mismo tal como eres. Celebrar la vida.




                                                 No Olvides Al Huésped

                          El hombre habita en el cuerpo pero no es el cuerpo. El cuerpo
                   es hermoso, debe ser amado y respetado, pero uno debe recordar
                   que no es él, que uno es un huésped del cuerpo. El cuerpo es un
                   templo: para ti es un anfitrión, pero no eres parte de él. El cuerpo
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