Page 117 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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suficiente, más de lo que puede pedirse y esperar. Nada qué pedir,
es más que suficiente, es todo lo que puedes desear; entonces la
energía no se mueve a ninguna parte. Se convierte en un lago
tranquilo. Te disuelves en tu propia energía. Este momento se llama
relajación. No es algo del cuerpo ni de la mente, la relajación
pertenece a la totalidad. Por eso los iluminados no dejan de decir:
“Trasciende los deseos”, porque saben que si hay deseo, no puedes
relajarte. No dejan de decir: “Entierra el cadáver”, porque si estás
demasiado preocupado por el pasado, no puedes relajarte. Dicen
también: “Disfruta de este momento”. Jesús dice: “Mira los lirios.
Observa los lirios del campo; no cuesta nada admirarlos, y son muy
hermosos, su esplendor es mayor que el del rey Salomón. Los rodea
un aroma más delicioso del que conoció jamás el rey Salomón. ¡No
dejes de admirar los lirios!”.
¿Qué es lo que está diciendo? Está diciendo: “¡Relájate! No
debes esforzarte para conseguirlo; de hecho, todo se te da servido”.
Jesús dice: “Si Él cuida de los pájaros del cielo, los animales, los
animales salvajes, los árboles, las plantas, ¿entonces por qué te
preocupas? ¿No cuidará acaso de ti?”. Eso se llama relajación. ¿Por
qué te preocupas tanto por el futuro? Observa los lirios, disfruta de
su belleza, llega a ser como ellos; luego relájate. La relajación no es
una postura; la relajación es una transformación total de tu energía.
Ésta puede tener dos dimensiones. Una está motivada, se dirige a
algún sitio, tiene una meta; este momento es sólo un medio y la
mete hay que obtenerla en algún otro lugar. Es una dimensión de tu
energía, es la dimensión de la actividad, de alcanzar una meta. En
ese caso todo es un medio; hay que emprender el camino y
alcanzar la meta. Después descansarás. Pero para este tipo de
energía la meta nunca llega, porque a cada momento este tipo de
energía se convierte en un medio para pasar a otra cosa, en algo
que está en el futuro. La meta siempre queda en el horizonte. Tú
sigues corriendo, pero la distancia permanece igual.
No, hay otra dimensión de energía: esa dimensión es la
celebración sin motivo. La meta está aquí y ahora; la meta no está
en ningún otro lugar. De hecho, tú eres la meta. En realidad, no hay
ninguna otra satisfacción que la del momento: observa los lirios.
Cuando tú eres la meta y cuando la meta no está en el futuro;
cuando no hay nada qué alcanzar; cuando lo que haces, por el
contrario, es celebrar, ya has llegado a la meta, la tienes ahí. Ésa es
la relajación, energía sin motivo.
Para mí, hay dos tipos de personas: los buscadores de metas
y los que celebran. Los que van en pos de una meta son los que
están locos; o se están volviendo poco a poco, van creando su
propia locura. Y la locura lleva su propio impulso. Poco a poco, se
van metiendo más en ella, hasta el momento en que ya no tienen
remedio. El otro tipo de persona es la que no busca metas; no es en
absoluto un buscador, se dedica a celebrar.
Esto es lo que yo te enseño: ¡a disfrutar, a celebrar! Tenemos