Page 63 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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EJERCICIO 4: LAS INTENCIONES Y EL CAMPO
El nuevo paradigma nos dice que nuestra realidad subyacente, el campo, es continua y, por lo tanto,
está presente por igual en todos los puntos del espacio-tiempo. Tu conciencia y todas las intenciones
que brotan de ella están entretejidas en esa continuidad. Esto significa que, cuando tienes un deseo,
en realidad envías un mensaje a todo el campo: tu más leve intención cruza el universo en el plano
cuántico. Ya hemos visto que, cuando tienes una intención relacionada con tu cuerpo, ésta se cumple
automáticamente. Lo mismo debería ocurrir, por ende, con las intenciones que envías fuera de tu
cuerpo; el campo tiene el poder organizativo necesario para cumplir automáticamente con cualquier
intención.
Todo el mundo conoce casos ocasionales en que un deseo se cumple inesperadamente y algo
que uno quería aparece de la nada: una llamada de un viejo amigo, inesperados ingresos de dinero,
ofrecimientos de trabajo, relaciones nuevas. Son los momentos en que tu conexión con el campo es
clara. Cuando tus deseos no se tornan realidad, tu conciencia ha sufrido algún bloqueo o se ha
desconectado de su fuente en el campo. «Si tu conciencia está abierta y clara. lo normal es que todos
los deseos se cumplan.» No hace falta un acto especial de la providencia para cumplir un deseo; el
campo universal de la existencia ha sido diseñado para operar con ese fin; si no estuviera diseñado
de ese modo, no podrías mover los dedos de los pies, parpadear ni llevar a cabo ninguna orden
mente-cuerpo. Todas las acciones voluntarias dependen de la invisible transformación de una
intención abstracta en un resultado material.
Tu cuerpo es el resultado material de todas las intenciones que has tenido en tu vida. En el último
ejercicio recordamos un momento del pasado, utilizando la intención de crear cierta respuesta mente-
cuerpo. Si imaginaste tu experiencia con suficiente vividez, las reacciones involuntarias de todo tipo
(presión sanguínea, ritmo cardiaco, respiración, temperatura corporal, etcétera) empezarán a
conformarse exactamente con lo que sentías en el pasado. Estarás reviviendo no sólo una imagen
visual sino toda la respuesta fisiológica que acompañaba a la imagen. Millones de respuestas
sagradas semejantes participaron en la creación de la fisiología que experimentas ahora. Pero, como
no poseías la habilidad de utilizar deliberadamente estas intenciones en tu beneficio, tu cuerpo
contiene impresiones acumuladas de traumas y tensiones que contribuyen al proceso de
envejecimiento.
En la sección siguiente describiré la forma de retirar esas viejas impresiones, pero aquí es
importante aprender la mecánica de la intención que impide el envejecimiento desde un principio. Una
intención es una señal enviada por ti al campo: «el resultado que recibas del campo es el más
elevado cumplimiento que se puede proporcionar a tu sistema nervioso en particular». Cuando dos
personas desean lo mismo, no siempre obtienen el mismo resultado; esto se debe a que la cualidad
de la intención cambia cuando es enviada al campo y vuelve a reflejarse como resultado. Por
ejemplo: si tienes un fuerte deseo de ser amado, el amor que deseas y recibirás está muy con-
dicionado por tu experiencia: el amor de San Pablo es totalmente distinto del amor conocido por un
niño maltratado. De cualquier modo, cuando un deseo se cumple, el mecanismo tiene ciertas
similitudes para todos:
1. Se busca cierto resultado.
2. La intención es específica y definida; la persona está segura de lo que desea.
3. Se presta poca o ninguna atención a los detalles de los procesos fisiológicos involucrados. En
verdad, prestar atención a los detalles inhibe el flujo de los impulsos de inteligencia que
producen el resultado, retardando o impidiendo el éxito. En otras palabras, la persona adopta
una actitud de no interferencia.
4. La persona espera un resultado y confía obtenerlo. Sin embargo, no hay apego ansioso a un
resultado (si estás ansioso por dormirte, por ejemplo, eso impide que se cumpla tu deseo). La
preocupación, la incertidumbre y la duda son los tres obstáculos primarios que nos impiden
hacer un uso eficiente del poder contenido en cada intención. El poder aún existe, pero lo
volvemos contra sí mismo. En otras palabras: cuando dudas de que un deseo se cumpla,
esencialmente estás enviando una intención autoderrotista, que el campo computa como
cancelación de tu primer deseo.