Page 93 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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La meditación disminuye la edad biológica
Se ha demostrado claramente la vinculación entre el envejecimiento y las hormonas de estrés, pero
sigue en pie el problema de cómo controlar estas hormonas. Como la reacción al estrés se activa en
una fracción de segundo y sin aviso previo, nos resulta imposible dominar a las moléculas en sí. Sin
embargo, existe una técnica de mente-cuerpo que va directamente a la raíz de la respuesta al estrés,
liberándonos de las tensiones recordadas que originan nuevas tensiones: la meditación. Con
frecuencia se descubre que los niveles de cortisol y adrenalina son menores en quienes meditan
desde hace mucho tiempo, y sus mecanismos de resistencia tienden siempre a ser más potentes que
el promedio.
Antes de que comenzara la década de los setenta, ni siquiera sospechábamos estos beneficios. La
meditación ofreció pocos atractivos a la medicina occidental hasta que un joven fisiólogo de la
Universidad de California, llamado R. Keith Wallace, demostró que, más allá de sus implicaciones
espirituales, la meditación tenía profundos efectos en el cuerpo. En una serie de experimentos
iniciados a fines de la década de los sesenta, como parte de su tesis doctoral, Wallace tomó a grupos
de voluntarios que practicaban la Meditación Trascendental (MT), casi todos de edad universitaria, y
los conectó a monitores para medir las funciones corporales críticas durante la meditación.
Subjetivamente, estos jóvenes voluntarios informaban experimentar una mayor calma y silencio
interior. Aunque hasta entonces se había pensado que se requerían años de práctica para alcanzar
un estado meditativo profundo, la técnica de MT producía muy pronto una relajación profunda y
cambios significativos en la respiración, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea.
La MT se basa en la repetición silenciosa de una palabra sánscrita determinada (o mantra), cuyas
vibraciones sonoras conducen poco a poco a la mente fuera del proceso normal de pensamiento
hacia el silencio subyacente. Como tal, un mantra es un mensaje muy específico insertado en el
sistema nervioso. Como los mantras se utilizan en la India desde hace miles de años, su efecto
fisiológico exacto es bien conocido como parte de la ciencia del yoga o unión. La meta del yoga es
unir la mente pensante con su fuente en la conciencia pura. En términos modernos, «conciencia
pura» significa espacio cuántico, el vacío silencioso que es el vientre de toda la materia y toda la
energía. La conciencia pura existe en el vacío entre dos pensamientos; es el fondo invariable contra
el que se produce toda la actividad mental. Por lo común no podemos sospechar la existencia de ese
estado, porque la mente está demasiado preocupada con el torrente de pensamientos, deseos,
sueños, fantasías y sensaciones que llenan la conciencia de vigilia. Por eso los antiguos sabios indios
tuvieron que idear la técnica específica de la meditación a fin de mostrar a la mente sus propios
orígenes en las profundidades cuánticas.*
Cuando Wallace inició esta investigación, la mecánica de la meditación no era bien comprendida
en términos científicos. Él fue el primero en demostrar que permanecer sentado en meditación, con
los ojos cerrados, induce al sistema nervioso a entrar en un estado de «alerta en reposo»; es decir, la
mente se mantiene despierta mientras el cuerpo entra en una relajación profunda. (En la jerga de la
fisiología. Wallace llamó a este estado «vigilia hipometabólica», para indicar que el metabolismo del
sujeto decrecía aunque se mantenía la conciencia de vigilia.) A su descubrimiento, el estado de alerta
en reposo generó considerable curiosidad en la profesión médica, que hasta entonces había
considerado como opuestos el descanso y la alerta. El sueño es un estado hipometabólico en el que
decrece el consumo de oxígeno, el corazón late con mayor lentitud y la conciencia se borra. El estado
de vigilia, por el contrario, se caracteriza por un mayor consumo de oxígeno, un ritmo cardiaco más
rápido y una mente alerta.
* La descripción de la MT, en este texto, no puede enseñar realmente al lector cómo se medita. La
técnica de la MT se puede describir verbalmente o por escrito, pero para aprenderla debidamente es
necesario recibir instrucciones personales de un maestro de meditación bien preparado. Miles de personas
se inician en la técnica sólo para abandonarla prematuramente; esto se debe a que no hay desafío mayor
que la relación íntima con uno mismo, abierta por la meditación. Dedicarse a esta práctica sin darle mayor
importancia casi siempre lleva al fracaso; como los beneficios son demasiado profundos para desecharlos
con tanta ligereza, he decidido, aunque con renuencia, no decir a mis lectores cómo se medita. Como
resultado quizá serán menos los que se inicien, pero se preservará la pureza y el valor de la enseñanza,
tornándola mejor para quienes se inicien correctamente.