Page 89 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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presión sanguínea más alta de la normal; en las cercanías de un ruido incontrolable, las
perturbaciones del sueño continúan mucho después de que uno crea haberse adaptado a él; los
estallidos de violencia y las groserías son más frecuentes en los ambientes de trabajo ruidosos. No
hace falta que el ruido sea fuerte para que resulte dañino. El estrés se produce cuando cualquier rui-
do irritante .se repite una y otra vez, fuera de tu control.
Esto carga con la tarea de enfrentar al estrés a la fase 2, la evaluación. Aunque no puedas
controlar el suceso que produce tensión ni la reacción de tu cuerpo ante él, tu evaluación, el vínculo
vital que une el suceso con la reacción depende de ti. Cualquier situación que parezca exteriormente
igual puede convertirse en poderoso estrés al cambiar su interpretación. Un policía que aparezca en
la escena de un crimen provoca un tremendo miedo en el criminal, pero un gran alivio en la víctima.
Un diagnóstico de cáncer induce un terrible estrés en el paciente, pero no en el médico.
La manera totalmente personal en que filtramos todos los hechos determina la capacidad de
producir tensión en nosotros. Los motivos externos de tensión son básicamente activadores. Si no te
sientes activado, no hay estrés. Se ha impuesto el mito de que a algunas personas las beneficia el
estrés. Se desempeñan mejor con apretados límites de tiempo y florecen en el calor de la
competencia. Lo que en realidad ocurre es que no se activan fisiológicamente. A nadie le viene bien
que el cuerpo segregue constantemente cortisol y adrenalina; como hemos visto, la función de estas
hormonas es descomponer tejidos; una producción prolongada de estos elementos conduce a la
enfermedad.
Por lo tanto, el manejo del estrés resulta mucho más complicado de lo que en general se supone,
porque toda persona proyecta básicamente su interpretación de una situación dada a partir de su
memoria; nuestro modo de reaccionar ante situaciones nuevas recibe siempre la influencia de
nuestras experiencias pasadas. En vez de apreciar cada situación nueva por sí misma, la colocamos
en categorías viejas; esto ocurre instantáneamente y está más allá de nuestro control consciente. Si
detestas las ostras crudas, puede que te baste verlas para que te den arcadas. Si te sientes
indignado por un divorcio conflictivo, tu ira reaflorará cuando te encuentres por la calle con tu ex cón-
yuge. Es esencial neutralizar estas antiguas impresiones, pues de otro modo no tienes control sobre
el estrés; el suceso que provoca tensión activará automáticamente tu respuesta, convirtiéndote en su
prisionero.
Este lamentable estado ha sido objeto de extensas investigaciones, como el de desesperanza /
indefensión. Como el envejecimiento causa profundas sensaciones de ambos tipos, esta
investigación ha resultado sumamente valiosa. Un experimento clásico de la fisiología es atar juntos a
dos ratones, de modo que sólo uno tenga libertad para comer, dormir, caminar y desarrollar
actividades, mientras que el otro se ve pasivamente arrastrado. Al poco tiempo los dos presentarán
notables diferencias; el animal que tiene libertad de elección continúa robusto y saludable, mientras
que al otro, privado de autonomía, se lo verá apático, propenso a las enfermedades y envejecido an-
tes de tiempo.
El ratón arrastrado no ha sufrido maltrato físico, pero el perder su libertad de elección es tensión
suficiente para activar en su cuerpo grandes reacciones destructivas. En experimentos que incluyen
técnicas similares, se puede inducir a los animales de laboratorio a desarrollar prácticamente
cualquier enfermedad; si se ha introducido una enfermedad, tal como un tumor químicamente
provocado, se puede hacer que avance mucho más deprisa. Cuando se amontona a un grupo de
ratas, como si fueran habitantes de un inquilinato, declina su sistema inmunológico y aparecen
señales de hipertensión, neurosis, apatía y depresión. Cuando se separa a un monito recién nacido
de su madre y se lo priva de nutrición afectiva, presenta señales de desorientación, hiperactividad,
introversión y diversas incapacidades de aprendizaje. Se ha descubierto que el estrés inducido, en
general, acelera la propagación del cáncer en ratas, conejos y ratones, además de fomentar los
ataques cardiacos.
El factor critico: interpretación
Todo el mundo tiene un nivel diferente de tolerancia de estrés, pero éstos son los factores que
parecen percibirse como mayor amenaza en una situación dada:
Falta de previsión