Page 213 - PRIMERAS PAGS CAMINO SERVIDUMBRE.qxp
P. 213
CAMINO DE SERVIDUMBRE
cuidadosamente nuestros pasos si queremos evitar que toda la actividad eco-
nómica se haga cada vez más dependiente de la orientación y el volumen
del gasto público. Pero no es éste ni el único ni, en mi opinión, el más pro-
metedor camino que permite afrontar el peligro más grave para la seguri-
dad económica. En todo caso, los muy necesarios esfuerzos para asegurar
protección contra estas fluctuaciones no conducen a aquella clase de plani-
ficación que constituye un riesgo tan grande para nuestra libertad.
* * *
La planificación con fines de seguridad que tan dañinos efectos ejerce sobre
la libertad es la que se dirige a una seguridad de clase muy diferente. Es la
planificación destinada a proteger a individuos o grupos contra unas dismi-
nuciones de sus ingresos que, aunque de ninguna manera las merezcan,
ocurren diariamente en una sociedad en régimen de competencia,contra unas
pérdidas que imponen severos sufrimientos sin justificación moral,pero que
son inseparables del sistema de la competencia. Esta demanda de seguridad
es, pues, otra forma de la demanda de una remuneración justa, de una re-
muneración adecuada a los méritos subjetivos y no a los resultados objeti-
vos de los esfuerzos de un hombre. Esta clase de seguridad o justicia parece
irreconciliable con la libertad de elegir el propio empleo.
En todo sistema que confíe la distribución entre las diferentes industrias
y ocupaciones a la propia elección de los hombres,las remuneraciones tendrán
necesariamente que corresponder a la utilidad que los resultados aporten a
los demás miembros de la sociedad, incluso si ellas no resultaran en pro-
porción a los méritos subjetivos. Aunque los resultados logrados estarán a
menudo en proporción con los esfuerzos e intenciones, no siempre será así,
en cualquier forma de sociedad. En particular, no será cierto en los muchos
casos en que la utilidad de alguna industria o especial cualificación se altera
por circunstancias que no podían preverse.Todos conocemos la trágica situa-
ción de los hombres muy especializados, cuya destreza, de difícil aprendi-
zaje, ha perdido repentinamente su valor por causa de algún invento que
beneficia grandemente al resto de la sociedad.La historia de los últimos cien
años está llena de hechos de esta clase, algunos de los cuales afectaron a la
vez a cientos de miles de personas.
212