Page 156 - Biografia
P. 156
Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
A mi tía alicia y a mi madre, también les encantaba salir de compras al centro de
Bogotá (como vivíamos cuatro cuadras de la plaza de Bolívar, era fácil), lo que le com-
praban a Óscar Isidro, me lo compraban a mi y viceversa, por eso siempre nos vestían
como a un par de gemelos, cuando íbamos a fiestas y paseos, siempre fuimos la sen-
sación (ver fotografías en los álbumes que tengo yo, bendito sea Dios), “Tan lindos mis
chinitos...!”, Así nos decían en la familia.
Recuerdo como si fuera hoy, mi tía Alicia siempre me decía: “A Beto delante de mi no
lo maltraten ni lo griten, porque yo estoy para defenderlo”, por eso, a pesar de los años
de su partida, la llevo en mi corazón. Lo mismo ocurrió con Amandita (mi madrina de
bautizo) y Óscar Isidro, ver las fotografías en los álbumes, que durante muchos años,
los he apreciado y conservado, cuando deseen, nos tomamos un ron santa fe graniza-
do y se los muestro.
AMANDA Y ÓSCAR ISIDRO
Con los hijos de mi tía Alicia, nos criamos como realmente se deben criar los primos
hermanos, compartiendo enseñanzas, buen ejemplo y buena calidad de vida, por parte
de nuestros padres. Amandita, como cariñosamente le he dicho, es no solamente mi
ángel de la guarda, sino mi madrina de bautizo y como tal, al morir mi tía Alicia, Aman-
dita tomo la misma actitud para conmigo y la familia.
Desde su juventud y cuando la vi como profesional de la docencia, como directora de
instituciones distritales educativas y ahora como pensionada por el ministerio de educa-
ción nacional y como gran matrona de su lindo hogar, la he considerado como mi confi-
dente y amiga, ademas, cercana a mis afectos. A pesar de no haber compartido juegos,
diversión y amigos con ella (por aquello del genero), siempre ha estado pendiente de
mi, por si acaso debe “echarme” una mano de positivismo (que harto le sobra a ella),
para que mis actividades sean las mejores. Definitivamente Amandita, es la versión de
la tía Alicia en esta época.
El otro ángel de mi guarda, es el “Bacán” del Óscar Isidro, al que mi tía Alicia le decía
cuando hacia alguna pilatuna “Mire Óscar que le pego...!”, Y nunca le pego, porque ni
la tía Alicia, ni Amandita, tenían ese estilo de corregir o educar. Y porque lo cuento...?
Porque Óscar Isidro, ante mis padres y amigos (estoy seguro que por el afecto y cariño
hacia mi), siempre me defendía, porque, a mi si... me daban duro, nunca me avisaban,
sino fuete pa’Beto, a pesar de que yo fui mas alto, pero era muy flaquito y enclenque,
en cambio, Óscar Isidro fue mas ancho.
156