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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
Para Jorge Soto, donde este, ya que hace años que no tengo el gusto de verlo, ojalá
pueda invitarlo al lanzamiento de este libro, un abrazo rompe costillas y mil y un millón
de gracias…!
LIBERTAD HEREDIA
Este ángel es especial, porque fuera de ser la madre de mis dos hermosos hijos
(Jorge Alejandro y Sandra Patricia), llego a mi vida en un momento crucial, porque…?
Porque la manera como salí, o mejor dicho, como me salieron de mi casa (ver capitulo
“A los 21 años me salieron de mi casa”), era para que yo me hubiera convertido en un
vago o en un delincuente. Su carácter, su modo de ser, le permitió imponerse con argu-
mentos valederos y contundentes, ante la familia de ella y mi familia.
Yo era un muchacho lleno de temores, de traumas, de angustias, demasiado
mimado por mi mama y demasiado exigido y presionado por mi papa. Mi ángel, con su
cariño, amor, afecto y pasión con locura por mí, logro construir y moldear un hombre
de verdad, un hombre que conoció el mundo y la vida real, a raíz de la convivencia con
ella. Me hizo respetar, me brindó la oportunidad para que fuera lo que fui, en mi vida
afectiva y laboral.
Ella se enfrentó a su hermana y a su familia, para que me dieran la oportunidad de
demostrar, que no era ningún chino de 18 años malcriado, voluntarioso y por primera
vez enamorado de una mujer de verdad (Libertad). Ella hablaba con sus amistades, re-
comendándome muy bien, para que me dieran un empleo digno. Por las mañanas me
sugería el vestido, la camisa, la corbata, es decir, la pinta apropiada para la entrevista
de trabajo que me tocara, me daba el dinero necesario para subsistir y no me sintiera
mal con los comentarios como, por ejemplo, que yo era un mantenido, me decía: “… y
no vaya a creer, que este dinero que le estoy dando, es un regalo, tan pronto empiece
a trabajar, me lo devuelve todo, en cómodas cuotas mensuales”, eso yo lo agradecí
mucho.
Qué tal si vamos a comerciales, que tal unos postrecitos, un bizcocho de chocolate
del Cyrano, con una Coca-Cola, o unos duraznos en almíbar, o un divorcio (dulce de
mora con natilla) o unas brevas con arequipe…? Ahh…! Que ricooo…! Bueno, ahora
sí, continuemos…
Después de más de 10 años separados, por culpa de ambos, el amor y la pasión,
siguieron intactos y por este ángel, ni se diga. Cuando nos separamos (cuando desee
le cuento porque y como fue, si le interesa, sino, dejemos así ahijadito), me dijo en nuestra
última conversación: “Beto, usted no sabe el significado de las palabras, nunca más…?”.
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