Page 109 - complot contra la iglesia
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como ocurre en los países que por nuestras debilidades y falta de acción
                    enérgica, sigue conquistando el comunismo ateo.
                           “L´Osservatore Romano”, citando una importante publicación dice:
                           “La revista `Time´, en su número del 6 de marzo de 1956, menciona que en China, en 5
                    años de dominación comunista, han sido asesinadas 20 millones de personas y otros 23 millones
                    retenidas en campos de trabajos forzados” (73).
                           Para terminar, aduciremos la autoridad de los grande Padres de la
                    Iglesia y el significado que daban a la caridad cristiana. Vamos a utilizar como
                    fuente la “Historia de la Iglesia Católica” , escrita por tres padres jesuitas, Llorca,
                    García-Villoslada y Montalbán, por todos conceptos insospechables de
                    antijudaísmo y por cuya razón preferimos utilizarla en este caso, ya que se
                    limitan a seguir la corriente unánime de los historiadores de la Santa Iglesia.
                           Al efecto dice tal obra textualmente:
                           “5.- Grandes figuras de la caridad cristiana en el Oriente.-
                           En medio de este ambiente  tan cristiano, no es de sorprender sobresalieran algunas
                    figuras por su acendrada caridad para con los pobres y necesitados, las cuales contribuyeron a
                    su vez poderosamente a fomentar ese mismo espíritu. En la imposibilidad de enumerarlas todas,
                    escogeremos algunas de las que más se distinguieron en los siglos IV-VII”.
                           Después de citar los mencionados padres jesuitas a San Basilio, pasan
                    a describir la figura del gran Padre de la Iglesia, San Juan Crisóstomo y dicen:
                    “No menos ilustre es San Juan Crisóstomo  como gran promotor de  la caridad cristiana”. A
                    continuación, los autores siguen relatando una serie de hechos que presentan
                    al Crisóstomo como ejemplo de la caridad cristiana y pasan, luego, a referirse a
                    otros dos grandes Padres de la Iglesia, San Ambrosio, obispo de Milán, y San
                    Jerónimo. Del primero, entre otras cosas, afirman:
                           “6.- Grandes figuras de la caridad en Occidente.-
                           San Ambrosio ha sido siempre el modelo  de un Obispo católico. Por esto no es de
                    sorprender que fuera también el ejemplo más acabado de la caridad y de la beneficencia”.
                           A continuación siguen narrando los citados jesuitas, hechos que
                    comprueban su aserto de que San Ambrosio fue el ejemplo más acabado de la
                    caridad cristiana.
                           Refiriéndose a San Jerónimo, señalan los estudiosos sacerdotes que:
                           “San Jerónimo, que tan profundamente conocía la sociedad más elevada
                    de Roma, con todas sus sombras y sus lados luminosos, nos ha transmitido los
                    ejemplos más sorprendentes de la caridad cristiana...” (74).
                           A este respecto, los mencionados jesuitas citan las obras de Liese y de
                    San Gregorio Nacianceno, gran Padre de la Iglesia, irreprochables como
                    fuentes y autoridades eclesiásticas.
                           Ahora veremos lo que relata el clásico historiador israelita Graetz –cuyas
                    obras son tenidas en los medios judíos como dignas de todo crédito- sobre San
                    Juan Crisóstomo, San Ambrosio y San Jerónimo, considerados por la Iglesia
                    como ejemplos de caridad cristiana dignos de imitar.
                           En la obra “Historia de los Judíos” que los hebreos cultos consideran una
                    honra poseer, dice Graetz  textualmente, refiriéndose a la tremenda lucha
                    sostenida en esos tiempos entre la Santa Iglesia y el judaísmo:
                           “Los principales fanáticos contra  los judíos fueron en esta época Juan
                    Crisóstomo de Antioquía y Ambrosio de Milán, quienes los atacaron con gran
                    ferocidad”.
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