Page 415 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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404 Parte III.— Textos: Mawaqui, 81, 83
[13."—CARISMAS DE LOCUCION]
[81] [Uno de ellos es hablar y conversar con el mundo celeste, es
decir, con los ángeles.
Otro es vaticinar lo futuro, es decir, anunciar los hechos que han
de acaecer. Abenarabi asegura haber visto a muchos místicos, dotados
de este carisma, que también dice poseía él mismo. Cita entre aquéllos
al asceta español Baqui Benmajlad (1).
De este grado pasan a otro más noble, en el cual dicen, con la
(1) Sobre este famoso santón cordobés (f 889 de J. C.) cfr. Ribera, La
enseñanza entre los musulmanes españoles (apud Disertaciones y Opúsculos,
Madrid, 1928, I, págs. 252-254). La alusión de Abenarabi refiérese quizá a la
anécdota siguiente que los biógrafos de Baqui Benmajlad narran: "Una mujer
fué a verle y le dijo: "Mi hijo está cautivo de los francos [es decir, de los cris-
tianos del Noreste de España], y yo no duermo ni una noche por el ansia de
volverlo a ver. Tengo una casita que quiero vender para rescatarlo con su pre-
cio. ¡Si quisieras indicarme alguien que llevase el dinero a donde está cautivo y
lo rescatase! Porque para mí no hay noche ni día, ni resignación ni consuelo!"
Baqui le respondió: "Con mucho gusto. Anda, márchate, que voy a ocuparme en
ello con la voluntad de Dios." Y bajando Baqui la cabeza, púsose a mover los
labios rogando a Dios en favor de la libertad de su hijo. Y no pasó mucho rato
sin que la mujer volviese acompañada ya de su hijo y le dijera a Baqui:
"Escucha lo que te va a contar que le ha sucedido". A las preguntas que en-
tonces Baqui le hizo, contestó: "Yo estaba entre los esclavos del rey [de los
cristianos] encadenado, como ellos, con grillos en los pies; y mientras, cierto
día, iba yo andando, he aquí que los grillos cayéronseme de los pies. El vi-
gilante, al verme, vino a mí y me insultó agriamente, diciendo: "¡Te has sol-
tado los grillos!" Yo le repliqué: "¡Por Dios te juro que no, sino que se me
han caído, sin darme yo cuenta!" Vino entonces con el herrero y me los vol-
vió a clavar con fuerza; pero al levantarme, cayéronseme de nuevo. Pregun-
taron entonces a sus religiosos y éstos me interrogaron: "¿Tienes acaso ma-
dre?" Yo respondí que sí. Entonces ellos dijeron: "Es, pues, que sus oraciones
han sido escuchadas por Dios. Soltadlo." Y me pusieron en libertad y me
proveyeron de medios para regresar a las tierras del islam." Preguntóle en-
tonces Baqui por la hora en que se le cayeron los grillos, y he aquí que era
la misma en que por él había Baqui rogado a Dios." Cfr. Almacari, Analec-
tes, I, 812-813. Esta anécdota tiene el interés de ser el más antiguo precedente
de la redención de cautivos en el islam español.