Page 155 - Confesiones de un ganster economico
P. 155
elclubdelsoftware.blogspot.com
22
La república americana contra el
imperio global
V oy a hablarte con franqueza —dijo Paula, sentados los dos en una cafetería—. Los
indios y los granjeros cuyas fincas se hallan a orillas del río donde estáis
construyendo vuestro pantano os odian a muerte. Hasta los habitantes de las ciudades,
aun sin estar directamente afectados, simpatizan con la guerrilla que ha empezado a
atacar la obra. Vuestro gobierno dice que son unos comunistas, unos terroristas y unos
narcotrafícantes, pero la verdad es que no son más que personas que tienen familia y
que vivían en las tierras que tu compañía está destruyendo.
Yo acababa de mencionarle lo de Manuel Torres. Era éste un ingeniero empleado de
MAIN y uno de los que habían sufrido recientemente el ataque de la guerrilla en los
lugares donde levantábamos la presa. Manuel era colombiano y lo empleábamos
porque el Departamento de Estado había promulgado una norma que prohibía enviar
ciudadanos estadounidenses a esa obra. Nosotros llamábamos a esto «la doctrina de
los colombianos prescindibles», lo que simbolizaba para mí una actitud que había
acabado por aborrecer. Y mis sentimientos hacia esas políticas estaban empezando a
complicarme la vida demasiado.
—Según Manuel, dispararon con sus AK-47, primero al aire y luego a sus pies —le
conté a Paula—. Parecía tranquilo cuando me lo contó pero yo sé que estaba casi
histérico. No mataron a nadie.
Se limitaron a darles ese mensaje y luego los enviaron río abajo en sus barcas.
— ¡Dios mío! — exclamó Paula —. Estaría aterrorizado el pobre.
—Sí que lo estaba. —Y luego recordé que le había preguntado a Manuel si le
habían parecido de las FARC o del M-19, refiriéndome a los dos grupos guerrilleros
colombianos más temidos.
-¿Y qué?
— El dice que ni de lo uno ni de lo otro. Pero que cree lo que anuncian
en esta carta.
Paula recogió el periódico que yo había traído y leyó en voz alta el
155