Page 212 - Confesiones de un ganster economico
P. 212
elclubdelsoftware.blogspot.com
contribuyó cierto número de factores: la deliberada política de las autoridades,
llamadas de la Casa Blanca a los editores de los periódicos y a los ejecutivos de las
televisiones, congresistas que no se atrevieron a interpelar no fuesen ellos los tildados
de «peleles» y periodistas persuadidos de que la opinión pública reclama héroes y no
le interesa la objetividad.
Hubo alguna excepción, como Peter Eisner, redactor de News doy y reportero de la
Associated Press que cubrió la invasión de Panamá y continuó analizándola durante
varios años. En Memoirs of Manuel Noriega: America's Prisoner, publicada en 1997,
escribe:
La mortandad, la destrucción y la injusticia realizadas en nombre de la lucha
contra Noriega —así como las mentiras con que rodearon el acontecimiento—
amenazaban los principios básicos de la democracia estadounidense [... ] En
Panamá los soldados recibieron órdenes de matar, y así lo hicieron después de
habérseles dicho que iban a rescatar un país de las garras de un dictador cruel y
depravado. Y una vez hubieron actuado, el pueblo de su país [Estados Unidos]
cerró filas detrás de ellos. 11
Después de documentarse largamente y habiendo entrevistado incluso a Noriega en
su celda carcelaria de Miami, Eisner declara:
En cuanto a los puntos clave, no creo que las pruebas presentadas demuestren que
Noriega fuese culpable de lo que se le acusó. No creo que sus actos como jefe
militar extranjero o como jefe de un Estado soberano justificasen la invasión de
Panamá, ni que él mismo representase un peligro para la seguridad nacional de
Estados Unidos. 12
Y concluye:
Mi análisis de la situación política y mi actividad informativa en Panamá antes,
durante y después de la invasión me llevan a concluir que la invasión de Panamá
por Estados Unidos fue un abominable abuso de poder. Esa invasión sirvió
principalmente a los fines de unos políticos estadounidenses arrogantes y a los
aliados panameños de éstos, al precio de un considerable derramamiento de
sangre. 13
Quedó reinstaurada entonces la familia Arias junto con las demás de la
212