Page 46 - Confesiones de un ganster economico
P. 46

elclubdelsoftware.blogspot.com



                        brutales, y Sukarno intervino con mano de hierro. Disolvió el Parlamento en 1960 y se
                        hizo nombrar presidente vitalicio en 1963. Selló estrechas alianzas con los regímenes
                        comunistas a cambio de instructores y material militar. Envió sus tropas pertrechadas
                        por los rusos a la vecina Malasia en un intento de extender el comunismo por el
                        Sudeste asiático y merecer así la aprobación de los líderes socialistas del planeta.
                          Surgió la oposición, y hubo un golpe de Estado en 1965. Sukarno se salvó de ser
                        asesinado sólo gracias a la astucia de su amante. Muchos de sus altos mandos militares
                        y colaboradores más íntimos tuvieron menos suerte. La sucesión de los hechos
                        recuerda la de Irán en 1953. En el desenlace final, se echó la culpa de todo al partido
                        comunista y en especial a sus facciones prochinas. Las matanzas subsiguientes,
                        inducidas por los militares, hicieron de trescientas mil a medio millón de víctimas,
                        según estimaciones. El líder de los golpistas, el general Suharto, asumió la presidencia
                        en 1968. 1
                             En 1971 el interés de Estados Unidos en alejar a Indonesia de la órbita comunista
                        era enorme, porque el desenlace de la guerra de Vietnam empezaba a verse muy
                        incierto. El presidente Nixon había iniciado una serie de retiradas de tropas en verano
                        de 1969 y Estados Unidos empezaba a adoptar una estrategia nueva, de un tipo más
                        global. El objetivo de dicha estrategia consistía en contrarrestar el «efecto dominó», es
                        decir, evitar que los países fuesen cayendo uno tras otro bajo regímenes comunistas.
                        Se fijaron las prioridades en un par de países, pero Indonesia era la clave. El proyecto
                        de electrificación de MAIN era parte de un plan más amplio con el objeto de asegurar
                        el dominio estadounidense en el Sudeste asiático.
                          La premisa de la política exterior estadounidense era que Suharto se pondría al
                        servicio de Washington de la misma manera que el sha en Irán. Además, Estados
                        Unidos confiaba en que aquel país sirviera de modelo para otros de la región. En parte,
                        Washington basaba su estrategia en la suposición de que las ventajas logradas en
                        Indonesia repercutirían positivamente sobre todo el mundo islámico y particularmente
                        en la explosiva región del Oriente Próximo. Por si eso no fuese incentivo suficiente,
                        Indonesia tenía además yacimientos de petróleo. No se conocía con exactitud ni el
                        tamaño ni la calidad de sus reservas, pero los sismólogos de las petroleras rebosaban
                        optimismo en cuanto a sus posibilidades.
                          Mientras empollaba los libros de la biblioteca pública de Boston mi entusiasmo
                        aumentaba. Mi imaginación me sugería una vida de aventuras. Como empleado de
                        MAIN, iba a reemplazar el espartano estilo
































                                                             46
   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50   51