Page 70 - Confesiones de un ganster economico
P. 70

elclubdelsoftware.blogspot.com



                             —Exacto. Un cesto de uvas. Puedes escoger este racimo y este otro. Me quedo
                          con Inglaterra. A China, me la como. Indonesia, no la quiero.
                             —Pero no sin llevarse antes todo el petróleo —remachó otra mujer.
                            Intenté defenderme, pero era mucha tarea para mí solo. Quise alabarme por
                         haber entrado en aquel barrio y por haber contemplado toda la función sin
                         protestar contra su anti-americanismo, que además podía haberme tomado como
                         una ofensa personal. Quise que apreciaran lo que yo había hecho, que supieran
                         que yo era el único de todo mi equipo que se había molestado en aprender bahasa
                         y deseaba conocer su cultura, y señalar que había sido el único extranjero
                         presente en la función. Pero decidí que sería mejor no mencionar nada de eso.
                         Era preferible cambiar de conversación. Les pregunté por qué, en opinión de
                         ellos, el dalang se había fijado en los países islámicos, con excepción de Vietnam.
                            La bella estudiante de inglés soltó una carcajada.
                             — ¡Porque ése es el plan!
                             —Vietnam no es más que una maniobra de diversión —intervino uno de los
                         hombres—. Como Holanda lo fue para los nazis. Un peldaño de la escalada.
                            —El blanco real es el mundo musulmán —continuó la mujer.
                            Pensé que no podía dejarlo pasar sin réplica.
                            —Sin duda no creerán ustedes que Estados Unidos va contra el islam —
                          protesté.
                            —Ah ¿no? —preguntó ella—. ¿Y desde cuándo no es así? No tiene más que
                         leer a uno de sus propios historiadores. El británico Toynbee. Allá por los años
                         cincuenta, él predijo que la auténtica guerra del próximo siglo no estaría entre
                         comunistas y capitalistas, sino entre cristianos y musulmanes.
                            —¿Arnold Toynbee dijo eso? —pregunté con asombro.
                            —Sí. Lea usted El juicio a la civilización y El mundo y el Occidente.
                            —Pero ¿por qué iba a producirse tal animosidad entre musulmanes y
                         cristianos? —planteé.
                            Cambiaron miradas entorno a la mesa. Como si les costase creer que alguien
                         fuese capaz de formular una pregunta tan tonta.
                            —Porque Occidente... —empezó muy despacio, como quien habla a un
                         interlocutor algo lento de entendimiento, o duro de oído—, y en especial su líder,
                         Estados Unidos, está decidido a apoderarse del mundo, a convertirse en el
                         imperio más grande de la historia. Ya se halla muy cerca de conseguirlo. La
                         Unión Soviética es la única que se lo impide, pero los soviéticos van a durar poco.
                         Toynbee supo verlo. No tienen ninguna

























                                                            70
   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75