Page 129 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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134       MITOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA


     ron al joven príncipe a su casa, le bañaron, dieron de comer a su tiro, e
     hicieron todo tipo de cosas para el joven príncipe: le ungieron, le venda­
     ron los pies, /[5,10] y dieron de comer a su escudero. Y le dijeron a modo
     de conversación: «¿De dónde vienes, hermoso joven?». El les respondió:
     «Soy el hijo de un oficial del país  de Egipto. Tras  fallecer mi madre, mi
     padre tomó otra esposa, una madrastra. Pero ella me odió, y yo me fui,
     escapando  ante  ella».  Entonces  lo  abrazaron  y  lo  besaron  en  [todo  su
     cuerpo]15.
        [Entonces, después de que hubieran pasado días]  tras esto, dijo a los
     jóvenes:  «¿Qué es  lo que  hacéis,  [jóvenes?».  Ellos le  respondieron:  «He

     aquí que hace tres (?) meses] completos16hasta este momento en que es­
                              ,
     tamos aquí, y que pasamos /[61] el tiempo saltando17, pues aquél que al­
     cance la ventana de la hija del jefe de Naharina, él se la dará por esposa».
     Y él les dijo: «¡Ah, si mis pies no me hicieran sufrir18, iría también a sal­
     tar con vosotros!».  Se  fueron entonces  a saltar,  según  su cotidiana cos­
     tumbre, en  tanto que el joven príncipe se quedaba lejos, contemplando.
     Y el rostro de la hija del jefe de Naharina se volvió hacia él19.

     Eljoven príncipe, vencedor, desposa a la princesa

        Entonces, después de que <días> hubieran pasado /[6,5] tras esto, el
     joven príncipe fue a saltar con los hijos de los jefes. Saltó y alcanzó la ven­
     tana de la hija del jefe de Naharina. Ella lo besó y lo abrazó en todo su
     cuerpo. Fueron a informar a su padre y se le dijo: «Un hombre ha alcan­
     zado la ventana de tu hija». Y el jefe preguntó20: «¿De cuál de estos jefes
     es el hijo?». Se le respondió: «Es el hijo de un oficial que ha venido del
     país de Egipto, que huía de su madrastra». /[6,10] El jefe de Naharina en­
     tonces  se encolerizó enormemente y dijo: «¿Es que voy a tener que dar
     mi hija  a este  fugitivo de Egipto?  ¡Que  se marche!»: Y fueron a decirle:


        ^ Completado según 1 6,7 y 7,2. La misma asociación de las palabras kni y sn en Náufrago,
                      .
      133.  (N. del T.: Las costumbres de la hospitalidad en las sociedades primitivas son sagradas y al
     parecer respetadas con bastante rigor: primero se acoge, se obsequia y agasaja al recién llegado
     y solamente después, v de una  Forma aparentemente cortés y desinteresada, se indaga acerca de
     su origen y sus propósitos.  Es lo mismo que le sucede a Odisco cuando, tras el encuentro con
     Nausicaa, es recibido en la corte de los Feacios.]
        lfl Lit. «meses de días» ibdw n hrw. La misma expresión se encuentra más  adelante, l. 7,13
     ν probablemente 8,11, al igual que en Horus y Seth 8,10 ν en  Unamón,  1,51.
        1    «SaltaD>, como volando  [pwy(t), grafía neoegipcia del verbo pi], para alcanzar una altura
     de treinta y seis metros. La traducción «saltar» parece preferible a «brincan» que indica  Worth.,  1,
     494, ref. 8.
        lH.Según la interpretación de W. Wolf en ZAS 68 (1932) p. 71: [bn] tw .i h rsn t (esta última

     palabra con determinativo erróneo).
        iy Lit. «fue sobre él». Comparar con los nombres propios de persona del tipo hr.i hr Imn
     «mi mirada está sobre Amón».
        2" Lit, «Y el jefe (le) preguntó».
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